Ante el cierre del separador vial que permitía la salida de vehículos del colegio Murphy, la comunidad estudiantil pide una solución al cobro de peaje que ahora deben pagar padres de familia y trabajadores de esta institución, ubicada en el kilómetro 6 de la Vía al Mar.
Antes del peaje había tres retornos, lo que daba alternativas a la comunidad estudiantil de evitar el pago de los $4.800 que cuesta la tarifa, según dicen los afectados.
'No hay opción para salir del colegio, nos toca pagar peaje. Estamos atrapados', indicó Samuel Gómez, rector del colegio Murphy.
Como consecuencia de esta situación que empezó en marzo de 2018, los padres de familia y directivos del colegio interpusieron una acción popular en la que exponen las dificultades que ha traído el cierre definitivo de la vía.
'Les hemos pedido que se construya un retorno antes del peaje para que los padres de familia tengan la opción de salir por la carrera 51B', señaló el rector.
Además del pago de la tarifa, los padres de familia señalan que el cierre del separador también causa traumas en la movilidad, debido al flujo de vehículos que se estacionan sobre la autopista para dejar a los menores, mientras cruzan por el puente peatonal y así evitar el cruce hasta la Y de los chinos.
'La planificación de la vía viola las normas urbanísticas del territorio y de paso somete a un gran riesgo a nuestros hijos', señaló Javier de la Hoz, padre de familia.
Esta comunidad que reúne a 520 estudiantes y 120 trabajadores dice que a pesar de las diferentes acciones que ha interpuesto ante la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) no encuentran avance en el proceso.
'En el último derecho de petición nos respondieron que estaban en proceso de diseño y gestión de los recursos, pero a partir de ahí no ha habido una iniciativa de mantenernos al tanto de lo que va a pasar', agregó el rector.
EL HERALDO consultó a la ANI y manifestaron que se están buscando alternativas de solución, porque el retorno no quedó en la estructuración del contrato de concesión inicial.
