Este proceso no solo representa menos gastos económicos, también le da la oportunidad a los animales desamparados de tener una mejor vida, una familia y un hogar.
En Colombia todavía no existen cifras exactas que logren medir constantemente la adopción animal. Sin embargo, el Centro de Zoonosis del Distrito, en Bogotá, cuenta con un registro que estima que 750 perros y 250 gatos fueron adoptados en la capital durante 2015.
A pesar de las alentadoras cifras, se conocen casos de amos que se deshacen de sus mascotas. El índice de regreso de estos animales a las fundaciones de donde fueron rescatados es alto y la razón principal, según afirman muchos de los adoptantes, es que no hubo un buen proceso de acoplo y adecuación a la familia y al lugar que se convirtió en el nuevo hogar de los perros o gatos rescatados.
Teniendo en cuenta la adopción como un compromiso y un voto de responsabilidad a largo plazo en el que se espera que humano y animal interactúen durante extensos periodos de tiempo, le presentamos algunas recomendaciones dadas por el médico veterinario Oscar Otálora para evitar la devolución de mascotas a las calles o fundaciones, y para evadir enfermedades que afecten a los pequeños de cuatro patas.
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Tener en cuenta la procedencia de la mascota: es importante conocer de dónde fue recogido el animal y las condiciones en que vivía. Inicialmente, este debe ser examinado por un médico veterinario, quien realizará un chequeo clínico y, según los resultados, le sugerirá al dueño algunos exámenes para saber en qué estado de salud se encuentra la mascota y los tratamientos que requiere.
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Uno de los chequeos básicos que no puede faltar en una mascota que viene de la calle es el de las garrapatas. De ser positivo el examen, serán recetados baños medicados y la aplicación de productos especiales o tabletas. Seguido se debe realizar un hemograma para examinar los glóbulos rojos, blancos y las plaquetas pues, por lo general, los animales de albergues tienen parásitos que podrían afectarle la piel, los oídos y genitales.
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La alimentación debe ser especial para la edad, el peso y estado del animal. Para entrar en el proceso de un plan de nutrición que asegure la salud y vitalidad de la mascota, se debe implementar una alimentación según lo requiera su condición, por ello las valoraciones de peso y edad son fundamentales. También se recomienda que durante el chequeo se puedan evaluar patologías como enfermedades venéreas, leucemia o sida felino.
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Llevar un control de vacunas y preparar tratamientos para contrarrestar los parásitos. Aplicar vacunas al recién adoptado ayudará a los nuevos dueños a prevenir enfermedades que podrían ser mortales entre los animales. Si la mascota ya fue vacunada, es necesario determinar un plan de desparasitación que debe ser cumplido durante el crecimiento del gato o perro.




















