La Tierra está a salvo de sufrir el impacto de un asteroide en los próximos cien años, según los cálculos actuales de la NASA, que se han puesto a prueba recientemente con el fragmento rocoso llamado 2013-TX68, el cual tiene su máxima aproximación al planeta hoy, sin riesgo de impacto.
Esta advertencia inicial es necesaria, porque los primeros cálculos señalaban que el acercamiento sería en unos 20.000 kilómetros -casi 20 veces la distancia que hay de Barranquilla a Bogotá (1.006,2 km)-; sin embargo, estos datos han sido replanteados en los últimos días.
'El problema con este asteroide es que, cuando se descubrió, en octubre de 2013, solo se observo por pocos días, entonces los datos de la trayectoria no fueron muy precisos. Las predicciones más actuales señalan un acercamiento mínimo de cinco millones de kilómetros, más o menos 13 veces la distancia que hay de la Tierra a la Luna', explica el Ph.D César Ocampo, investigador del Odyssey Space Research LLC y Nasa Johnson Space Center, Houston, Texas.

El 2013-TX68 fue observado por el programa Catalina Sky Surveys, encargado de identificar nuevos objetos cercanos a la Tierra, un propósito que es apoyado por el Jet Propulsion Laboratory de la NASA. Los inconvenientes a los que se refiere Ocampo se deben a que este objeto fue observado en el cielo nocturno durante unas tres noches, pero luego apareció en el día, y por la luz del Sol no pudo ser captado. Pese a todos los inconvenientes, los expertos dan una parte de tranquilidad, tal como lo afirmó a Efe el Dr. Paul Chodas, director del equipo de observación de asteroides de la NASA.
'No hay ninguna posibilidad de impacto en los próximos 100 años. Estamos totalmente a salvo'.
¿Qué es un asteroide?
Los asteroides son fragmentos rocosos que giran en órbita alrededor del Sol, pero muy pequeños para ser considerados planetas. Algunos de los asteroides más brillantes se pueden observar a simple vista. Aunque estos objetos, junto con los cometas, fueron importantes en la evolución del planeta, en este momento representan un riesgo inminente.
Por esta razón existe en la NASA y en otras agencias espaciales programas para estudiarlos. Ya están catalogados un gran número de asteroides que pasarán cerca de la Tierra en los próximos siglos.
La astrodinámica y la mecánica celeste son clave para hacer proyecciones sobre el recorrido de estos cuerpos, que en algunos casos se cruzan con la órbita terrestre. Para calcular qué tan cerca del planeta pasarán, se tienen en cuenta diversos factores.
'El tamaño puede afectar porque es influenciado por la radiación solar (fuera de las otras fuerzas mas grandes como la gravedad del Sol y los planetas). Hay que saber si está girando como un trompo o se está tambaleando, todo eso afecta la trayectoria un poco. Calculamos muchas posibles trayectorias, dependiendo de los errores de medición. Lo más difícil son las mediciones, observarlos y obtener datos precisos', explica Ocampo, experto en astrodinámica, quien también es decano de la Escuela de Ciencias Exactas e Ingeniería de la Universidad Sergio Arboleda.
'Tenemos una propuesta en curso para una misión que envíe dos naves espaciales: una que se esté justo por donde pasará el asteroide y choque contra él, mientras que la otra va a observar el impacto', explica, y agrega que la idea es entender de qué están hechos, estudiar la colisión, definir qué tanto se puede desviar de su ruta, capturar los restos del impacto y analizar las muestras.
Estos datos podrían ser útiles a la hora de planificar una respuesta futura en caso de que aparezca algún cometa o asteroide potencialmente peligroso para la Tierra.
Por los últimos eventos se puede concluir que no hay confirmación de una colisión de un asteroide peligroso con la Tierra en el futuro próximo. Sin embargo, podría surgir nuevos datos, por ello las investigaciones siguen en marcha. Se han detectado 7mil fragmentos rocosos que cruzan la órbita terrestre, pero esta cifra es menor de los que son potencialmente peligrosos para la humanidad.
Historial de choques de meteoritos contra la Tierra
En el historial de fragmentos destructivos está el famoso cometa o asteroide que causó la extinción de los dinosaurios. La evidencia indica que impactó la cuenca del Caribe hace 65 millones de años, cuyo cráter principal se encuentra en el golfo de México. El evento generó cambios climáticos bruscos relacionados con la extinción masiva de los 80% de las especies, incluidos los dinosaurios.

En colisiones recientes tenemos el evento que ocurrió en Tunguska, Siberia 30 de junio de 1908, donde una roca espacial de 37 metros de diámetro impactó cerca del Río Podkamennaya. Durante su rápida caída, el asteroide de casi 110.000 toneladas (220 millones de libras) calentó el aire a su alrededor hasta alcanzar una temperatura de 44.500 grados en la escala Fahrenheit. A las 7:17 a.m. (hora local de Siberia), a una altitud cercana a los 8.500 metros, la combinación de presión y calor provocó que la roca se fragmentara y se destruyera, produciendo de este modo una bola de fuego y liberando energía equivalente a alrededor de 185 bombas de Hiroshima.

El meteorito que explotó sobre los cielos de Chelyabinsk, Rusia, en febrero de 2013 fue el de mayor intensidad desde el evento Tunguska. Las investigaciones apuntan a que el impacto fue causado por una roca de 20 metros de diámetro que generó una onda expansiva de la explosión que rompió cristales, sacudió edificios e incluso abatió a personas en más de 50 poblaciones del área de impacto, unos 90 km.

*Con información de Efe y la NASA