Algunas han generado controversia, especialmente las que tienen que ver con los indocumentados que se encuentran en Estados Unidos.
El sumo pontífice animó al republicano a que, en su regreso a la Casa Blanca, se inspire en los “ideales” de su país, que considera una “tierra de oportunidades y de acogida para todos”.
El republicano vuelve al poder rompiendo las tradiciones que han acompañado a la investidura durante décadas y bajo el temor de estados como Chicago que esperan una redada masiva de migrantes.
Entre juicios, un atentado en su contra, una aplanadora en el Congreso y un gabinete afín a su propuesta de Gobierno, el republicano se convertirá mañana en el presidente número 47 del país, por segundo período no consecutivo.
También indicó que intentará desde el día uno de su presidencia acabar con el derecho a la ciudadanía por nacimiento, aunque para ello tendría que cambiar una de las enmiendas de la Constitución.