El cardiólogo argentino Jorge Tartaglione compartió una serie de recomendaciones prácticas para mejorar la calidad del sueño y lograr un descanso más reparador.
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El especialista, en una entrevista publicada por el medio El Tiempo, destacó que pequeños ajustes en la rutina diaria pueden generar un impacto significativo en la salud general.
Uno de los temas abordados fue el sueño posalmuerzo, una sensación común para muchas personas. Al respecto, Tartaglione señaló que “la siesta ideal no debe superar los 30 minutos”, ya que un periodo breve de descanso en la tarde puede ser beneficioso sin interferir con el sueño nocturno.
También puso especial énfasis en la postura al dormir, un aspecto que a menudo se pasa por alto pero que tiene efectos directos en la calidad del descanso. Según explicó, dormir de costado es la posición más recomendada frente a otras alternativas como dormir boca arriba o boca abajo.
A continuación le mostraremos cuáles son los tres beneficios claves para dormir de costado. Debe tener en cuenta que la hora ideal para cenar debe ser a las 8:00 p.m. para permitir una digestión adecuada antes de dormir.
Mientras que la habitación debe estar completamente a oscuras durante la noche, ya que la exposición a la luz puede alterar los ciclos naturales del sueño.
1. Disminución de los ronquidos y mejora de la apnea del sueño
Dormir de costado favorece la libre circulación del aire, lo que puede reducir significativamente los ronquidos. “Roncamos porque la lengua se aplasta contra el conducto por donde debe pasar el aire. Al dormir de costado, esa área queda despejada”, explicó Tartaglione.
2. Alivio del dolor lumbar
Las malas posturas durante el sueño suelen provocar molestias en la zona lumbar. El especialista aclaró que dormir boca arriba o boca abajo puede acentuar estos dolores debido a una curvatura inadecuada de la columna. En cambio, dormir de costado y colocar una almohada entre las piernas puede reducir considerablemente esta dolencia.
3. Prevención del reflujo gástrico
Otro beneficio menos conocido tiene relación con el sistema digestivo. Al recostarse de lado, el esófago se posiciona por encima del estómago, lo que evita que los jugos gástricos asciendan y provoquen reflujo. “Esta disposición impide que el contenido gástrico suba durante la noche”, precisó.
