Con sólo leer el titular de este artículo, seguramente usted quiere descubrir algunas de las respuestas. Y es que en un mundo que va a millón, en el que la inmediatez se ha convertido casi que en un nuevo ‘mandamiento’ y las pantallas absorben gran parte de la energía de las personas, dormir bien es un privilegio.
Carlos Llamas, es un ingeniero industrial que acaba de cumplir 40 años, y quien hace dos meses ha visto afectado su sueño debido a una sobrecarga de tareas. La compañía para la que trabaja prescindió de los servicios de uno de sus compañeros de equipo. A él le tocó asumir sus funciones y pese a que llega agotado a casa su sueño no resulta reparador.
'El estrés laboral es grande, no estoy durmiendo bien, generalmente me acuesto a las 10 de la noche, despierto a la una de la madrugada, doy vueltas en la cama y luego de media hora concilio el sueño. A eso de las cinco de la madrugada ya estoy de pie. También mis obligaciones como padre, el pago de mis obligaciones, todo se me junta y no me deja dormir tranquilo', expresa el ingeniero.
Esta es solo una de las historias del 59 % de colombianos que padece algún trastorno en el sueño. La Asociación Colombiana de Medicina del Sueño (ACMES), entrega un dato que enciende las alarmas y es que más del 40 % necesita tomar algún medicamento para descansar.
El otorrinolaringólogo Steven Amado Galeano, presidente ACMES sostuvo que fenómenos como cambios climáticos extremos, desplazamiento forzado, hambruna y guerra, afectan las patologías del sueño a nivel global.
Según la OMS el 40 % de la población global padece de insomnio y el 8% de las consultas en las clínicas del sueño corresponden a pacientes que padecen de hipersomnia (somnolencia excesiva). 'Este año el eslogan es ‘Equidad en el sueño por una salud global, y todos estos fenómenos afectan las patologías existentes y generan una serie de patologías de sueño nuevas que nos van a afectar y van a ser un reto para lograr la equidad en la población'.
Amado Galeano se refirió a tres pilares para mejorar la calidad del sueño: Duración, continuidad y profundidad. 'La duración del sueño debería ser la suficiente para que estemos descansados al día siguiente, en adulto mayores mínimo siete horas; la continuidad se refiere a que deberíamos dormir sin interrupciones para que el sueño sea efectivo y en cuanto a profundidad se debe anotar que el sueño debería ser lo suficientemente profundo para que sea restaurativo'.
Trastornos más comunes
El insomnio corresponde a aquellas dificultades para conciliar o mantener el sueño, por otra parte, están las personas que padecen de hipersomnia, es decir aquellos que presentan somnolencia excesiva. Ante la presencia de cualquiera de estos trastornos los pacientes deben implementar acciones de higiene del sueño y buscar orientación médica, ya que es importante tener una ayuda oportuna para recibir un tratamiento médico adecuado, que responda a sus necesidades, entre más rápido se trate cualquiera de estas condiciones, la posibilidad de mantenerse saludable y con mejor calidad de vida es más alta.
'La privación crónica del sueño puede afectar negativamente la atención, la memoria, el estado de ánimo y la capacidad para manejar el estrés, lo que puede contribuir a problemas de salud mental como la depresión y la ansiedad' advierte la doctora Alexandra Vega, gerente médica y de farmacovigilancia de Genfar.
Por su parte la doctora Johana Valderrama, neuróloga clínica del Hospital San Vicente Fundación Medellín, se refirió a las serias consecuencias que acarrea un mal dormir. 'Contar con un sueño reparador es vital para la salud mental y física, ya que estos trastornos suelen ser una de las causas más comunes de irritabilidad, estrés, y en casos más graves puede aumentar el riesgo de enfermedad cerebrovascular, pérdida de la memoria, diabetes y deterioro en los huesos, entre otras patologías. Por esta razón, el diagnóstico oportuno de estos trastornos es el primer paso crucial hacia una mejor calidad de vida'.
La ausencia de sueño, además, puede aumentar el riesgo de deteriorar la salud de pacientes que padecen de otras condiciones médicas como asma, pólipos nasales, rinosinusitis crónica y dermatitis atópica, entre otros.
Recomendaciones claves
La psicóloga clínica Isabella Monterroza, recomendó establecer una rutina y hábitos saludables, para crear así un entorno propicio para dormir.
'Para mí existen tres hábitos principales, el primero es establecer una rutina del sueño, esta consiste en acostarse a una hora y así mismo levantarse a una hora establecida, incluso los fines de semana y realizar este tipo de actividad por mínimo tres meses ayudará a regular mucho mejor tu reloj corporal. Lo segundo es crear un ambiente propicio para el descanso, eso implica mucho tener una habitación con el menor ruido visual posible, tener una cama muy bien tendida, limpia e incluso un aseo súper necesario y por supuesto la poca exposición a luces y en especial pantallas como el celular (mínimo 40 minutos antes de acostarnos). Por último se debe establecer toda una rutina antes de, esta puede insistir en hacer mindfulness, hacer cualquier tipo de técnica de relajación que también se acomode a tus necesidades o hasta un baño con agua caliente, algo que realmente te relaje y regule los niveles de cortisol en el cerebro'.
A su turno, Natalia Padilla Martínez, maestrante en Psicología Clínica, hizo énfasis en que el sueño es un proceso psicobiológico importante ya que influye en el bienestar, salud física y mental de las personas. 'Una falta de sueño es incompatible con la vida porque afecta directamente los procesos cognoscitivos y psicológicos del ser humano, trayendo consecuencias directas ya que una privación del sueño de 42 a 78 horas puede provocar brotes psicóticos leves, moderados o graves. También puede provocar la pérdida de la atención y de la memoria a corto plazo, mediano plazo y largo plazo'.
El yoga como aliado
Zaira Leal, maestra de yoga y ayurveda, y también escritora del libro Quiero dormir, explica que esta actividad bien parece haberse convertido en una virtud. Sobre el porqué hay tantos inconvenientes a la hora de dormir, sostuvo que todo radica en el estilo de vida que lleva cada persona. 'Hay un desarreglo absoluto en nuestra manera de vivir y eso afecta directamente sobre cómo dormimos. Dormimos como vivimos. Los problemas de insomnio están directamente relacionado con el estrés. Y el estrés y la ansiedad tienen una raíz bastante fuerte en el estilo de vida, en cómo vivimos y en qué visión tenemos del mundo. Por eso, si no cambiamos cómo pensamos y cómo vivimos, es muy difícil que podamos dormir bien', sostiene la maestra.
Leal se refirió a los que ella considera los principales enemigos de un sueño reparador. 'En primer lugar, a mí me gusta hablar de la sobreestimulación, porque vivimos expuestos a tanta información ruidos, olores, conversaciones, el celular, por lo que la mente no puede procesarla y se 'colapsa'. Entonces, el sistema nervioso se acelera, activándonos y haciéndonos estar en estado de alerta. Así es muy difícil que cuando llegue la noche podamos dormirnos sin más'.
Flor Martínez, también instructora yoga, dijo que la práctica frecuente del yoga puede llegar a mejorar la calidad del sueño. 'Los ejercicios de meditación que incluye el yoga, acompañado de sus tiempos de respiración, permiten entrar en estados de relajación y que la frecuencia vibratoria ingrese en estados de completo descanso muscular y mental, lo que ayuda a dormir mejor y a reponer energías'.





















