Sobrevivir al paso del tiempo. Eso es lo que ha hecho el disco de vinilo desde su aparición en 1948 gracias al sello Columbia Records, consolidándolo como el formato de música en físico predilecto de los melómanos.
El rescate de lo autóctono
Desde hace unos cuatro años, Milena Antolinez se dedica a rescatar las sonoridades del Caribe, especialmente de lo hecho en Barranquilla, que en muchas ocasiones no se encuentra en otros formatos.
En su colección de más de 500 LP hay trabajos discográficos de artistas como Petrona Martínez, La Niña Emilia, Los Corraleros, y sus joyas de la corona: Esthercita Forero e incluso jazz con bandas como la Colombian Brass.
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'Quise hacer un enfoque en la cumbia en todos sus matices. Desde Andrés Landero a Ramayá, Esther Forero, que algunos los escondo porque no se consiguen', comentó.
Precisamente sobre Esther Forero y la razón de por qué ha empezado a coleccionar su música se debe a que 'es una mujer que se atrevió a hacer música y es una de las grandes compositoras del Caribe entero, no solo en Colombia. Cuando las mujeres se suponía que debían estar en casa, Esther se fue a cumplir su sueño'.
Y es que conseguir discos de artistas como estas es una osadía y un trabajo de buscar y rebuscar. 'Hay artistas del Caribe que no se conocen'.
El poder femenino de ‘la Pantera’
Bajo el seudónimo de ‘la Pantera’, Sonia D'large, una melómana y amante de la música en formato de vinilo heredó esa pasión de su padre.
Con el pasar de los años fue usando ese arte como forma de empoderamiento femenino.
Su colección, que supera los más de 600 discos de acetato, se enfoca en diferentes géneros, pero siempre teniendo en cuenta el continente africano. De hecho, su seudónimo hace referencia al grupo activista afroamericano Panteras Negras y en su objetivo ahora hacia ese rubro está direccionando su colección.
'Estoy intentando que prevalezca música de artistas negros de cualquier género, pero sobretodo mujeres, y es difícil, no se consiguen acá en Colombia, toca mandarlos a pedir o que te los regalen'.
Y la razón por la cuál ha decidido hacer esto se debe a que 'este mundo es dominado por hombres en todos los sentidos' y de las recomendaciones de su colección se encuentran artistas como Eve, Sampa The Great, rapera nacida en Zambia y radicada en Australia '
'Tanto la propuesta musical como su arte es espectacular'. Y Little Simz, nacida en Reino Unido con raíces africanas.
La mezcla de sonidos hecha colección
Los artistas, a lo largo de la historia, han vivido creando mezclas de canciones, de sonidos, de experiencias, de artes, con el fin de dar un nuevo sentido.
Precisamente, en nuevas sonoridades y mezclas se especializa la colección de Orlando Carvajal, quien heredó ese gusto de su abuelo.
'Tengo discos de un género que se llama Low-fi, que consiste en coger pedazos de otras canciones ya existentes y con extractos componer temas nuevos que suenan a hip hop, que es como el arte del sampling'.
Y aunque en su colección también hay jazz, reggae, y este tipo de sonoridades, dentro de su gran variedad de géneros en acetato se encuentra algo llamado IDM (intelligence dance music).
'Es una música rarísima, como para estudiar, electrónica con sinfónica y esto lo encuentras acá porque quienes prensan ese tipo de música están en Tel Aviv y en las pilas de vinilos del centro es difícil conseguirlo'.
Por otro lado, tiene discos de un artista llamado El Guincho, de origen español, que ha trabajado con Rosalía o J Balvin, 'pero lo que él compone es cero comercial, fue una investigación de sonidos y ritmos, mezclados con su historia gitana'.




















