A los 26 años, cuando su carrera como actor y presentador apenas comenzaba a despegar, Leonardo Ramírez enfrentó una batalla que terminaría marcando no solo su vida, sino también el debate en Colombia sobre el derecho a una muerte digna.
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Reconocido por su participación en producciones como ‘Padres e hijos’ y ‘La mujer en el espejo’, de Caracol TV, así como por su carisma en el programa juvenil ‘Mucha música’ de Citytv, Ramírez se había ganado un lugar en la televisión nacional gracias a su talento y cercanía con el público.
Pero en el año 2003, un diagnóstico de cáncer agresivo y metastásico cambió radicalmente su destino. La enfermedad se extendió a varios órganos, incluyendo el páncreas, generándole dolores severos e irreversibles.
Al ver los resultados médicos, su padre, visiblemente afectado, admitió: “Cuando vi esos resultados, acepté que muy pronto moriría”.
Tras múltiples tratamientos médicos sin éxito, el actor intentó terapias alternativas como inyecciones de agua de mar y el llamado veneno de escorpión azul, sin obtener mejoras.

Consciente del deterioro progresivo de su cuerpo, Leonardo expresó públicamente su deseo de acceder a la eutanasia, una opción que para la época aún no tenía el respaldo legal ni el reconocimiento que ha ganado en años recientes en el país.
“Ningún médico quiso hacerlo”, recordó su hermana Sandra en el programa Expediente Final de Caracol Televisión, donde recientemente se revivió su historia.
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Ante la negativa del sistema de salud, fue su madre quien lo acompañó hasta el final, brindándole alivio en sus últimas horas. Leonardo Ramírez falleció el 11 de junio de 2003, dejando una huella profunda entre colegas y seguidores.
Su caso, además de evidenciar las falencias en el acceso a una muerte digna, dio origen a una causa que aún perdura: su madre fundó una organización que apoya a pacientes con cáncer en condiciones económicas vulnerables, un legado que mantiene viva la memoria de un joven actor “entusiasta, sensible y apasionado” como lo recuerdan quienes lo conocieron.