El español es el idioma de millones de personas que lo usan para comunicarse, estudiar, trabajar y crear. Su influencia va mucho más allá de los países hispanohablantes tradicionales.
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Según datos del Ministerio de Asuntos Exteriores de España y del Instituto Cervantes, el español es una lengua con un crecimiento global sostenido. Con casi 500 millones de hablantes nativos, es la segunda lengua materna más hablada del mundo, solo por detrás del chino mandarín.
Si se suma a quienes lo aprenden como segunda lengua o lo estudian, el número supera los 595 millones de personas. Además, el español tiene presencia oficial en numerosos organismos internacionales, como la ONU, y es un idioma clave en la diplomacia, el comercio y la cultura. En definitiva, el español está más vivo que nunca.

En temas de movilidad humana, los términos que se usa si importan. Muchas veces se habla de “migrantes”, pero ¿qué diferencia hay entre ser migrante, emigrante o inmigrante?
La Real Academia Española lo explica que:
- Migrante: es un término genérico. Se refiere a cualquier persona que se traslada de un lugar a otro, sin especificar si entra o sale. Ejemplo: “Hay millones de migrantes en el mundo cada año”.
- Emigrante: es alguien que sale de su país para vivir en otro. Ejemplo: “Mi madre fue emigrante cuando se fue de Colombia a España”.
- Inmigrante: es quien llega a otro país para establecerse. Ejemplo: “Pedro es inmigrante en Alemania desde hace dos años”.