Una aventura de supervivencia que deja enseñanzas sobre la vida y el poder de las decisiones, este jueves llega a las salas de cine la película ‘El reino de Kensuke’, una cinta animada para toda la familia.
Basada en la novela bestseller del escritor británico Michael Morpurgo, relata la conmovedora historia de amistad entre un joven perdido y un anciano solitario en una isla desierta.
En su versión original en inglés, el filme cuenta con las voces del ganador del Óscar Cillian Murphy, Sally Hawkins, Ken Watanabe y el debutante Aaron MacGregor, quien interpreta al joven protagonista.
Los directores Neil Boyle y Kirk Hendry abordaron varios temas, dentro de una clásica aventura familiar que se disfruta mejor en la gran pantalla. En esencia, es una película sobre la interdependencia y responsabilidad hacia los todas las criaturas en el planeta.
Y es que la película juega con diferentes estilos de animación para llevar la aventura a otro nivel. El director Kikr Hendry aseguró a EL HERALDO que esto se debió a que querían salir del estilo normal de la película para contarlo de una manera más imaginativa, permitiendo saltar entre los dos estilos.
“A menudo, lo más sencillo resulta ser lo más efectivo y poderoso. Los dibujos de línea simples fueron realmente efectivos, comparados con las otras formas en que íbamos a hacerlo. Pero también nos gustó ese salto estilístico, siempre que se hiciera de manera relativamente fluida, porque es algo juguetón. Muchos de nuestros referentes en la historia del cine han hecho algo similar”, detalló.
Y esto, aunque pudiera parecer que supone un reto, la realidad es que para los directores fue algo divertido y para la audiencia se convierte en algo que refresca lo que se ve día a día en la industria de la animación.
“Es refrescante para los artistas que la hacen, porque la mayor parte de la película está hecha en un estilo muy naturalista y detallado que esperamos sea creíble, ya que necesitábamos que la audiencia creyera que Michael realmente podría morir de hambre o deshidratarse, o lastimarse si se cae”, añadió.
Entre la tristeza y la esperanza
La película juega, además, con dos sentimientos: la tristeza de Michael de perder a su familia en alta mar y la esperanza de encontrar una persona en medio de la nada que pueda ayudar a sobreponerse de esta situación.
Para el también director Neil Boyle, esto se debe a que una cosa se relaciona con la otra, esa es la naturaleza clásica del drama. No puedes tener felicidad sin tener un poco de tristeza primero, o viceversa.
“Necesitas establecer esas cosas, y cuanto más extremo es un sentimiento, más extremo es el otro cuando rebota. Si algo es muy doloroso, el salto hacia la alegría se siente aún más grande. Esa es la naturaleza del drama. Ha sido interesante mostrar esta película; la diseñamos para que funcionara tanto para niños como para adultos y personas mayores. No importa la edad, todos pueden disfrutarla”, explica.
Boyle agrega que la mayoría de las historias infantiles, cuando eres pequeño, tienen buenos y malos, princesas y monstruos, es un mundo muy simple de blanco y negro. “Pero a medida que envejecemos, nos damos cuenta de que no es tan sencillo, que algunas cosas pueden ser buenas y malas al mismo tiempo, o felices y tristes a la vez”.
Un casting tremendo
Si bien al ver el casting de voces en su versión original el nombre de Cillian Murphy resalta y para los directores trabajar con él fue algo brillante y fuera de serie, hay una historia con el protagonista, Aaron MacGregor, que deja ver su calidad actoral a pesar de ser este su debut.
“Solo tenía 11 años cuando grabó con nosotros. Escuchamos a unos 50 niños para ese papel, y él fue, por mucho, el mejor. A pesar de su corta edad, comprendía todas las direcciones técnicas, cosas difíciles en la creación de una película, pero aún podía ser un niño natural. Así que, desde nuestro actor de 11 años hasta los más experimentados, fue un placer verlos hacer su trabajo”, concluyeron.


