Empatía es la palabra que describe a la perfección el proyecto de exhibición alterna de cine accesible para chicos con discapacidad sensorial liderado por la Fundación Cine a la Calle.
En la mañana de este viernes a las 9:00, el Auditorio Mario Santo Domingo del Edificio de La Aduana se convirtió en un espacio inclusivo, que buscó brindar una experiencia cinematográfica única y adaptada para aquellos que suelen enfrentar barreras en la accesibilidad en el cine tradicional.
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En el lugar se proyectaron varios cortometrajes colombianos de historias de discapacidad con subtítulos en español y en Lengua de Señas Colombiana, así como audio descripciones detalladas para personas con discapacidad visual.
De esta manera, la fundación garantizó que todos los asistentes pudieran disfrutar plenamente de las películas, independientemente de su discapacidad sensorial.
El director de la fundación Cine a la Calle, Harold Ospina, estuvo presente para hacer una retroalimentación al final de la función con los jóvenes del Colegio León Dorado del Club de Leones.
“Lo que queremos es brindar una posibilidad a las personas en condición de discapacidad, pero también buscamos crear empatía en las personas para que sean un apoyo para ellos. Aún se siguen implementando formas para ser más inclusivos, pero vamos a seguir trabajando en ello y creando nuevas herramientas”.
Importancia de la lengua de señas
La profesora Yaneth Vargas, quien fue la Intérprete de los jóvenes, explicó que en el cine no basta solo con utilizar subtítulos, teniendo en cuenta que a veces pasan muy rápido y no es posible leer a tiempo.
“Al crear cine para personas con discapacidad auditiva y visual es importante utilizar lengua de señas y audios descriptivos, porque ellos deben aprender dos lenguas, que es el español y la de señas para su vida cotidiana. Esto crea todo un reto, porque se les dificulta un poco leer rápido y se puede perder el sentido de la trama. Lo que se quiere es facilitar su entendimiento”, dijo la docente.
Entretenimiento inclusivo
Esta propuesta innovadora fue recibida con entusiasmo por parte de los chicos, valorando la oportunidad de acceder al entretenimiento de forma inclusiva y equitativa.
Jaime David Salazar un chico con discapacidad auditiva expresó haberse sentido feliz de poder ver asistir a esta función y ver que existen personas que piensan en ellos.
“Me sentí muy bien y cómodo al ver los cortometrajes, pero el que más me gustó fue el del ciclista que le falta una pierna, porque enseña que para hacer lo que queremos no hay límites, que aunque no escuchemos, no veamos y nos falte alguna extremidad, siempre hay una solución si se hacen las cosas con el corazón”, afirmó el estudiante.
“Los padres deben educarse”
Harold Ospina también habló sobre la información que deben tener los padres con hijos que tengan algún tipo de discapacidad, ya que muchas veces ignoran que existen herramientas en el mundo para que los chicos puedan disfrutar de actividades como estas.
“Con el tema de la inclusión, cada día se crean nuevas herramientas que le permiten a las personas con discapacidad tener acceso a muchas actividades que anteriormente no podían. En el caso de los jóvenes, es responsabilidad de los padres mantenerse al tanto de todo esto. Hay muchas fundaciones que brindan apoyo incondicional a las familias de estas personas”, anotó.
La exhibición alterna Cine Accesible en el edificio La Aduana es un paso importante hacia la construcción de una sociedad más inclusiva y respetuosa de la diversidad.
Esta iniciativa demuestra que el cine puede ser una herramienta poderosa de integración y sensibilización, creando espacios de encuentros agradables para todas las personas, sin importar si existen algunas limitaciones físicas. De esta manera, en Barranquilla el séptimo artese convierte en el acompañamiento ideal para que todos puedan ver un cortometraje y reflexionar sobre la vida.
