El inicio de la Semana Santa da inicio con el Domingo de Ramos, pues es el momento que se conmemora la entrada del hijo de Dios a Jerusalén.
Se convierte así, en una de las festividades más importantes para los católicos, porque recuerdan los últimos días de la vida de Jesús en la Tierra.
Seguidamente, el Jueves Santo se convierte en el siguiente día importante en esta Semana, porque se llevó a cabo la Última Cena.
Asimismo, sigue el Viernes Santo, cuando sacrificaron a Jesús; el Sábado Santo que se considera el día de duelo por la muerte del Salvador.
Y culmina el Domingo de Pascua, cuando celebran que el Señor resucitó.
La Iglesia todos estos días realiza actividades diferentes, encaminadas por un sacerdote.
Una de las más especiales es la Vigilia Pascual, conmemorada el Sábado Santo en la que se celebra la noche en la que el Señor resucitó, por medio de la bendición del agua y el fuego, la lectura de la Sagrada escritura y la liturgia eucarística.
¿Por qué se bendice el agua y el fuego en Semana Santa?
La Iglesia sostiene que durante la Vigilia Pascual en donde se bendice el fuego, se realiza porque corresponde con el resplandor que emane de la llama para 'disipar las tinieblas e iluminar la noche', esto se realiza a través de un cirio pascual y, en algunos lugares, encendiendo una hoguera.
Por su parte, la bendición del agua va relacionado con el bautismo, donde el sacerdote bendice el agua bautismal con el objetivo de renovar las promesas hechas en ese rito sagrado.
Luego, esparce a todos los feligreses la bendición, quienes llevan agua en sus recipientes.
¿Cómo se hace la bendición del agua y el fuego?
La bendición del fuego se hace en un lugar afuera de la iglesia y con las condiciones adecuadas, el sacerdote en compañía de sus acólitos preparan una hoguera 'destinada a la bendición del fuego nuevo, cuyo resplandor debe ser tal que disipe las tinieblas e ilumine la noche'.
Luego, se utiliza un cirio pascual de cera, para 'evocar realmente que Cristo es la luz del mundo'.
Después, el sacerdote comienza a pasar el cirio por las velas de los feligreses para encenderlas e iluminar el recinto sagrado.
Mientras que la bendición del agua, la hace el cura como tercer acto de la Vigilia Pascual cuando bendice el agua bautismal 'a fin de recordar el bautismo'.
Durante el momento, los fieles se ponen de pie y con las velas encendidas reciben la aspersión del agua bautismal, mientras se llevan a cabo distintos cánticos; con esto, renuevan las promesas bautismales.
