Encontrada en sí misma, los espacios que rodean a Catalina Lapeira dan cuenta de su personalidad. Una combinación perfecta entre lo cálido y lo frío que le permite distinguirse a través de su arte.
Preocupada por construir el presente y en referencia al pasado, el quehacer artístico siempre ha hecho parte de su vida, y aunque durante su época de colegio siempre lo mantuvo como actividad extracurricular, no fue sino hasta la pandemia en la que encontró su centro.
Explorando el universo
Durante su etapa de exploración hubo muchas perspectivas artísticas con las cuales trabajó. Sin embargo, la pintura y en particular el surrealismo fueron sus predilectos. De ahí la inspiración del querer hacer algo disruptivo.
'Siempre he estado conectada con el arte, y el surrealismo me causaba fascinación, tanto así que no solo lo apreciaba, sino que también comencé a trabajarlo, de hecho fue de las primeras cosas que hice'.
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Encontrando propósito
Pasado el tiempo, Catalina comienza a estudiar arquitectura, pero sin dejar de crear, aunque no fue sino hasta una visita en casa de su abuela en la que encontró una cantidad de cosas sin usar.
En la aparente basura descubre lo que se convertiría en un tesoro, un par de teclados de computador, por los cuales sintió unas ganas particulares por sacarle las teclas, para ella de las mejores sensaciones que existen.
'Cuando le quite las teclas a los teclados, que me sentí tan bien, comencé a pensar en qué cosas se podían hacer a partir de eso que se consideraba desecho'.
En su búsqueda se da cuenta que los teclados guardan muchísima información e historia, y que cada uno de ellos en su composición individual de teclas logra articularse para crear mensajes y comunicar.
'Ahí encontré mi inspiración, mi decisión de ser arquitecta se basó en la necesidad de comunicar a través de la composición de los espacios, y con estas teclas también podía comunicar, pero por medio de lo que me apasionaba, el arte'.
Más allá del concepto
Desde entonces ha comenzado a explorar nuevas técnicas de apilar para construir formatos de comunicación que no solo se basen en la conformación de palabras por medio de la letras, sino también referenciadas en el movimiento.
En esto, conceptos como conmoción y perspectivas se han hecho presentes, consolidándose en obras que literalmente gritan necesidades humanas en reflexión y empoderamiento.
'Cada vez que me siento a construir una pieza pienso en lo que está sucediendo en ese momento a mi alrededor, e intento basarme en reflexiones claras, que hagan parte de la cotidianidad y que nos incluya a todos'.
{"titulo":"Adiós a Jorge Osorio, ‘El loco vacenilla’ del Carnaval","enlace":"https://www.elheraldo.co/sociedad/muere-jorge-osorio-el-loco-vacenilla-del-carnaval-1041027"}
Parte del proceso
Para Catalina este proceso se ha basado en un desafío constante, del cual no ha sentido la carga que realmente representa por que no ha sido sostenida solo por su esfuerzo sino por la resistencia de su pasión.
'Para mi el arte es eso, es pasión, no hay ninguna cosa que haga relacionada con esto en la que no me sienta genuinamente motivada a construir, crear, pero sobre todo a comunicar'.
Además de esto, la barranquillera añade que para ella, más allá de la estética que compromete una fuerte intención retrospectiva del equilibrio interior, sumado con el factor ambiental.
'Para mi es satisfactorio saber que mi arte no solo es lindo, sino que logra dar un segundo uso a materiales reciclables'.
