Fernando Botero será enterrado junto a su esposa Sophia Vari en Pietrasanta, Italia

Hasta la eternidad. Así es el amor del artista colombiano Fernando Botero y su esposa Sophia Vari, quien falleció el pasado mes de mayo tras luchar durante siete años contra un cáncer terminal. Este viernes, cuatro meses luego de su muerte, el pionero del ‘Boterismo’ se unió a ella en su lecho.

La reconocida artista griega y amor de la vida de Botero alcanzó a celebrar el cumpleaños número 91 del colombiano. Incluso, pudo presenciar la última exposición del artista con 12 esculturas voluminosas en el Park Avenue de Nueva York. La exposición se inauguró el pasado 29 de abril. Y Vari murió el 5 de mayo, a las 3:30 a. m., en Montecarlo.

'No se podía morir antes', aseguró el artista Luis Fernando Pardilla, quien recordó la lucha de Sophia de años contra un cáncer de ovarios en la cama de un hospital en Montecarlo, ciudad donde falleció.

En entrevista con Caracol Radio la hija de Botero señaló que el pintor y escultor murió este 15 de septiembre 'con mucha tranquilidad', debido a que fue 'un padre extraordinario, un abuelo extraordinario, un ejemplo en todo el sentido de la vida, con una generosidad increíble, y un amor y un compromiso absoluto por su país'.

A pesar de esto último, Lina Botero explicó al medio que su padre desea que sus restos permanezcan en Pietrasanta, Italia, junto al cadaver de su esposa.

'Mi papá era la persona más sencilla del mundo. Nunca hablamos de eso, pero mi papá quiere que sus restos permanezcan en Pietrasanta (...) Allí, eventualmente, van a quedar sus restos junto a los de Sophia, en un cementerio pequeño, bellísimo, a las afueras del pueblo', manifestó.

Los artistas duraron casi medio siglo casados. Se unieron en matrimonio en 1978 y se conocieron unos años antes cuando ambos estaban casados. El primer esposo de Vari, Jean Baobullis, era un hombre de negocios griego con quien tuvo una hija llamada Lleana.

El único nieto de Vari, Pierre, estudió física nuclear y aún mantiene una buena relación con los hijos de Botero, Juan Carlos, Fernando y Lina.

'El regalo más grande que me ha hecho Fernando son sus hijos y su familia, porque yo siempre añoré tener una familia grande. No lo logré por mi divorcio y por la salud. Tuve únicamente a mi hija, a la que adoro, pero ahora tengo la oportunidad de tener otros hijos con sus familias maravillosas, con quienes disfrutamos encuentros muy gratos, momentos felices, compartiéndolo todo', dijo Vari a la revista Credencial hace unos años.

Sophia fue una joyera, pintora y escultora griega, nacionalizada colombiana, que nació en Grecia en una familia aristocrática en 1940. Desde muy temprana edad, esta reconocida artista comenzó a demostrar su fascinación por el arte y vio en este una forma de expresarse y darse a conocer.

Vari se convirtió en la musa que inspiró a Botero, quien también en algún momento llegó a expresar la admiración y el amor que sentía hacia la artista.

'La admiro muchísimo como artista y la quiero mucho. Llevamos cuarenta años juntos. Tenemos una relación extraordinaria. El éxito de esto es que ella sea tan adorada, tan querida', reveló Fernando Botero una vez en diálogo con El Colombiano.

Su vida juntos estuvo marcada por la creatividad y el constante intercambio de ideas artísticas, lo que les permitió crecer y evolucionar como artistas.

Pese al fallecimiento del colombiano, su impacto en la escena artística global es innegable y su legado continuará inspirando a pintores y aficionados al arte en todo el mundo.