Empezó el deleite gastronómico en Sabor Barranquilla

Un inconfundible aroma de sabores exquisitos y delicias culinarias conducían a todos a Sabor Barranquilla, la feria gastronómica más importante del Caribe que abrió sus puertas este jueves para seducir a los visitantes con su exquisitez única y legendaria.

Hasta el domingo, propios y foráneos podrán adentrarse en esta fiesta de la cocina que desde hace 16 años ha cautivado el paladar de sus visitantes.

La feria no era solo una oportunidad para probar los sabores únicos de Barranquilla, sino también un escenario para celebrar la cultura y la tradición culinaria de la región.

La música folclórica amenizaba el ambiente, mientras los asistentes se sumergían en una atmósfera festiva y alegre.

Los asistentes exploraban los diferentes puestos con entusiasmo, degustando platos que habían sido preparados con recetas familiares transmitidas de generación en generación.

Los chefs locales compartían sus secretos culinarios con pasión y orgullo, mientras los visitantes observaban con asombro y curiosidad.

En esta edición, el gran festejo correrá por cuenta de las matronas, corazón de la cocina colombiana y quienes hacen latir los conocimientos que se han preservado durante décadas.

Allí, con una sonrisa y la llama de la hospitalidad encendida estaba, Yesenia Crespo, matrona procedente de Barrio Abajo que tenía listo su puesto con unas delicias arraigadas al Caribe.

Para Yesenia no existían frases de cajón. La sazón de su corazón estaba alegre porque estaba haciendo un sueño realidad.

'No es lo mismo vender en la fachada de tu casa, que no es deshonra, pero pues ya es un evento más de ciudad, un poco más incluso regional, nacional. Pues es una plataforma bastante grande en la que no solamente vas a vender, sino vas a aprender a compartir y a disfrutar'.

Los platos caribeños se caracterizan por fusionar influencias africanas, indígenas y europeas, dando lugar a una variedad de opciones que reflejan la diversidad de la región.

Su gastronomía es un festín de colores, aromas y texturas que cuentan la historia de matronas como Yomaira Herrera, una barranquillera que llegó cargada de sabor dispuesta a conquistar el estómago de cada visitante.

'Aquí le ofrecemos un arroz de dos proteínas con vegetales. Viene cargado en base de un patacón con sus salsitas y sus adornitos que lleva. Llevamos también picadas de cerdo con bofe y frituras, sancochos de costilla. Entonces aquí tenemos patillazos, todo lo costeño lo tenemos aquí'.

Las risas resonaban en cada rincón y la feria se convertía en una fusión de culturas y sabores, donde todos compartían una pasión común por la comida y la celebración.

'Es espectacular venir a este tipo de ferias porque no sólo degustamos sino que aprendemos de quienes yo considero las verdaderas jefas de la cocina porque son las matronas las que por años nos han inculcado esta tradición', dijo América Castillo, visitante procedente de Cartagena.