Claves para entender las críticas que llueven sobre Qatar

La realización del Mundial de Fútbol de Qatar ha desatado una fuerte polémica por la vulneración en materia de Derechos Humanos hacia la mujer, comunidad LGBTIQ+ y población migrante.

Se han generado cuestionamientos debido a la muerte de miles de migrantes que trabajaron en la construcción de los estadios y la falta de protección de Derechos Humanos por la cultura y leyes apegadas a la religión. Por ello, imágenes como la del seleccionado alemán posando en la cancha tapándose la boca con la mano para la tradicional foto grupal, le han dado la vuelta al mundo. Se trató de una manera de protestar por no haber podido lucir el brazalete ‘arcoíris’ que respalda a la comunidad LGBTIQ+, ante la amenaza de la FIFA de castigar con cartulina amarilla a los jugadores que lucieran ese emblema.

Lo primero que hay que decir es que en este país árabe la religión islámica configura la manera en la que viven los y las qataríes. Por ejemplo, la mayoría de la población reza cinco veces al día, está prohibido tomar alcohol en público y comer cerdo. A pesar de que Qatar es un Estado que tolera otras religiones, se deben respetar las costumbres y creencias islámicas, además, está prohibido convertirse a una fe religiosa no islámica, pues se considera apostasía y puede castigarse con la muerte.

Desde la codificación de la Sharia (ley islámica), las tradiciones de los líderes religiosos son el fundamento del ordenamiento jurídico qatarí. Pese a que en los últimos años se ha intentado modernizar el sistema legal en Qatar, y han existido algunos avances en igualdad y Derechos Humanos, las organizaciones internacionales denuncian múltiples abusos permitidos por el emirato y una predominancia de costumbres Sharia en el tejido social.

María Catalina Monroy, docente de la facultad de Estudios Internacionales, Políticos y Urbanos de la Universidad del Rosario, quien lidera el Semillero Análisis de Política Exterior Colombiana – APECO, como vocera de un grupo de siete estudiantes*, contó a EL HERALDO que actualmente el sistema judicial de Qatar se presta para la violación de Derechos Humanos y abusos de las autoridades.

'La Ley 17 de 2002 permite que se realicen detenciones arbitrarias y se presenten represiones contra los detenidos. Un punto crítico en la falta de protección a los Derechos Humanos en Qatar es la persecución y criminalización de la comunidad LGBTIQ+. El código penal establece condenas de hasta siete años de prisión por prácticas homosexuales. Esto se suma a las censuras por parte del Gobierno hacia temas relacionados con la orientación sexual y los constantes actos de discriminación e intolerancia por parte de la población qatarí y de las autoridades estatales'.

A su vez, detalló que en Qatar no está estipulada la violencia de género contra las mujeres como delito, este tipo de violencia es tratado como un asunto privado de familia. 'La única mención al respecto se da en la ley de familia, que le prohíbe a los esposos herir a sus esposas física o moralmente. Más allá de esto, no hay legislación que se ocupe de la violencia de género debido a la interpretación de la religión y las expectativas sociales. De la misma manera, en Qatar, las mujeres crecen bajo el cuidado de un tutor, su padre, y después de casarse su marido se transforma en esta figura, a la que deben pedirle permiso para viajar, acceder a educación superior y tomar decisiones sobre sus hijos'.

Las mujeres están obligadas legalmente a seguir las órdenes de sus maridos y muchas visten la abaya (una prenda hasta los tobillos diseñada para revelar solo los ojos de quien la lleva) como símbolo de respeto a sus costumbres. Las mujeres qataríes deben presentar algún tipo de constancia de matrimonio para poder acceder a la salud sexual y reproductiva. Si bien en Qatar se incentiva la participación política y la educación de las mujeres, su principal tarea sigue siendo doméstica.

Marcos Peckel, analista sobre temas internacionales y Medio Oriente, explicó a este medio que: 'Desde el siglo séptimo la religión predominante en ese país es el Islam Sunita, la religión más allá de la fe trae consigo una serie de tradiciones que cumplen 1.400 años de existencia en toda la región del Golfo Pérsico, estamos hablando de sociedades tribales, las tribus con lengua árabe siguen resguardando cabalmente sus tradiciones'.

'Las mujeres por ejemplo tienen derecho a una licencia para conducir, incluso tienen una especie de parlamento consultivo que consta de 45 miembros, de los cuales 30 son elegidos popularmente y 15 son escogidos por el emir. La Sharia dirige ciertos aspectos de la vida de Qatar, y algunos castigos como la lapidación. En cuanto a Derechos Humanos está siendo criticado en pleno desarrollo del Mundial porque la mayoría de su población son extranjeros trabajadores, y el trato para ellos no es el mejor. El empleador obtiene un permiso especial que lo convierte en una especie de dueño, incluso puede retenerle el sueldo'.

Por su parte, Felipe Medina Gutiérrez, docente de Estudios de Medio Oriente de la Universidad Javeriana y de Civilización Islámica de la Universidad del Rosario, explicó que la violación a Derechos Humanos se dio en un caso en específico.

'Con los trabajadores migrantes que fueron ‘contratados’ para la construcción de los estadios de fútbol y otro tipo de infraestructura. Agencias como Amnistía Internacional y Human Rights Watch denunciaron la muerte de cerca de 6.500 trabajadores, la mayoría de países asiáticos'.

Mucho se ha hablado acerca de las precauciones y medidas a las cuales los fanáticos del fútbol se deben acoplar para poder disfrutar de este evento deportivo. Entre las recomendaciones dadas a los turistas para evitar confrontaciones en Qatar se pueden encontrar algunas como evitar consumir bebidas alcohólicas en espacios públicos y el uso de ropa reveladora. Hay recomendaciones más severas como la prohibición de muestras de afecto en público y la posesión de libros religiosos diferentes al Corán.

En ese sentido, Janiel Melamed Visbal, docente investigador del Departamento de Ciencia Política y Relaciones Internacionales de la Universidad del Norte, manifestó: 'Los turistas, especialmente aquellos que no están familiarizados con las costumbres y cultura del Medio Oriente/Golfo Pérsico, pueden encontrar limitaciones gubernamentales al consumo de alcohol y en general a la efusividad en las celebraciones. Qatar al igual que otros estados de la zona tiene un cuerpo policial de la moralidad, encargada de implementar estas limitaciones'.

Dentro del terreno de juego varias selecciones han protestado por la violación de los Derechos Humanos en territorio catarí. Los ingleses se arrodillaron previo al silbatazo inicial en su debut ante Irán en señal de protesta, mientras que los alemanes en su primer juego ante Japón posaron para la foto grupal con una mano en la boca.

Por fuera de la cancha el presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, y el primer ministro del país luso, Antonio Costa, han afirmado que en el emirato no se respetan los derechos humanos. Esto conllevó a que el Gobierno de Qatar convocara al embajador portugués en Doha, Paulo Pocinho, y lo cuestionara por estas declaraciones.

El Parlamento Europeo advirtió este jueves de que la FIFA 'ha dañado gravemente la imagen y la integridad del fútbol mundial por otorgar a Catar la celebración del Mundial de Fútbol de 2022'.

Por su parte, la ministra francesa del Deporte, Amélie Oudéa-Castéra, consideró: 'La decisión tomada por la FIFA de prohibir el brazalete ‘One Love’ continúa creando polémica. ¿Me gustaría que hubiese un espacio de plena libertad?'.