A través de una mezcla de colores que despiertan múltiples sensaciones y que permiten a quienes la observan hallar interpretaciones personales, Roberto Serje, un niño cartagenero de seis años, busca pintar de alegría y diversión su vida.
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Y es que visto como su espacio favorito, Serje se ha dedicado a disfrutar de los pinceles y las aplicaciones del color desde que tiene dos años.
Su talento, más que aprendido es heredado, pues su abuela materna, Martha Cecilia Luna, es una pintora de trayectoria; sin embargo, ella asegura no haberse involucrado en los intereses artísticos de su nieto.
Sin explicaciones muy argumentadas, y más bien guiadas por la pasión, Roberto dice que se ve toda la vida pintando y aunque no entiende aún los tecnicismos del complejo mundo de las artes, su motivación principal es: 'pintar cosas lindas'.
En la primaria de su colegio, el niño se destaca en la clase artística, y ahí no solo pinta, sino que entre sus aficiones también está la música y el baile. Además de las fonomímicas de Michael Jackson que le encanta interpretar.
'Desde siempre a mí me gustó pintar, y cuando yo veía a mi abuelita usar los pinceles yo también los quería usar, ella me dejaba pintar a su lado. En mis pinturas me gusta mezclar colores y ver los resultados de las formas que toman, pero también me gusta escuchar música y hacer los bailes de Michael Jackson'.
Actualmente, Serje presenta su segunda exposición de arte en Barranquilla, en el Club ABC. Bajo el título ‘Mi mundo abstracto’, el niño pintor busca mostrar las diferentes exposiciones de sus cambios diarios y una consecutividad de sus pinturas.
'Aún recuerdo los primero cuadros que hicimos, y todos me quedaron lindos, usamos el color amarillo, el rojo, el verde y el azul, que es mi color favorito. En estos segundos cuadros uso más el azul y el verde'.
Sin embargo, un punto muy curioso de la obra de Roberto es que si bien el abstractismo no delimita una interpretación particular, él asegura que al terminar de pintar es capaz de ver figuras.
'Con mis cuadros me pasa que después de pintarlos, veo imágenes en las forma y a mí me gusta ponerle los nombres de las pinturas al finalizarla'.
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Su encuentro con la pintura
Martha Cecilia Luna, su abuela materna, lleva toda la vida dedicada a la pintura y durante los años se ha especializado en realizar pintura figurativa. Sin embargo, recuerda que fue su nieto, con solo dos años, quien le pidió enseñarle a pintar.
'Yo estaba en el apartamento dando una clase de pintura a una señora y Roberto de repente ve que ella disfrutaba tanto su clase que en su lenguaje de niño de dos años me dice que quería pintar y aunque tuve toda la intención de ponerlo a pintar enseguida, esperé a conseguirle pinturas que no fueran tóxicas'.
Una vez Martha Cecilia consiguió pinturas de este tipo para su nieto, lo puso 'manos a la obra' y se dio cuenta que la forma en la que Roberto aplicaba el color era prodigiosa.
'Tras conseguirle las pinturas especiales, lo puse frente a un lienzo y me percaté de que comienza a hacer las cosas solo, claramente, como un niño; sin embargo, lo sorprendente de Roberto es la forma en que utiliza el color, porque no lo embarra y las combinaciones que hace con este terminan siendo armónicas'.
Luna es una fiel creyente de que el gusto por la pintura es un don que viene con el nacimiento, y que su nieto ha sido premiado con dicho talento.
'Para los que nos dedicamos a la pintura sabemos que esto es un gusto natural, que lo que aprendemos en el camino es para perfeccionar nuestro arte, y que por más que queramos hacer otras cosas, siempre tenemos que volver a mirar a la necesidad de pintar'.
Sobre el futuro de su nieto, Martha Cecilia dice que a ella le encantaría verlo convertido en un gran pintor; sin embargo, es consciente de que esta no es su decisión y que solo el tiempo mostrará el camino que él tomará.
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Un rasgo musical
A pesar de su destacado talento en la pintura, Serje también ha tenido influencias musicales, su abuelo Lino de Pombo ha sido un gran aficionado por la música, tanto así que por años ha tocado el bajo en una banda de música tropical.
'Yo siempre he sido melómano y la música me encanta, y con mi nieto siempre escuchamos buena música. Cuando él estaba más pequeño le encantaban los porros y cada vez que escuchaba uno bailaba y saltaba, ahora le ha gustado más la música en inglés y me lo disfruto igual'.
Lino también dijo que si tuviera que ver un sueño cumplido sería el de su nieto siendo un gran artista.
'Realmente yo no veo a Roberto solo como un pintor, porque además de la música y el baile es súper cómico, le encanta hacer bromas, los acertijos y la magia, y sea que se dedique o no a las artes, yo si sé que estas estarán siempre presentes en su vida'.
Finalmente, su abuela paterna, Carmen Miranda de Serje, dijo que indiscutiblemente el valor que tiene la obra de su nieto trasciende los detalles técnicos y se centra más en la intencionalidad de crear por sí mismo.
'Para mí como abuela, la obra de Roberto me parece bellísima, pero no tanto por los trazos o los colores. Yo realmente no soy pintora ni mucho menos, lo que realmente me parece valioso es su audacia de saber que quiere hacer, por lo menos en la pintura, con solo seis años'.
Así mismo, Carmen dijo que un apoyo incondicional en todo el proceso han sido sus padres, quienes no solo son los encargados de comprar los insumos de las pinturas, sino que han estado dedicados a estimular esta parte artística de Roberto.
