Recientemente se hizo viral una historia que parece ser sacada de cuentos de fantasía. En un pueblito de Inglaterra, fueron encontrados dos niños en un pozo con color de piel verde y hablando otro idioma.
El hecho, que se vivió en la localidad de Woolpit, condado de Suffolk, se vivió en el siglo XII, pero volvió a salir a la palestra este año.
Los niños, que fueron encontrados en un pozo, no solo tenían la piel verde, también hablaban un idioma que no se asemejaba al inglés, francés, español, o cualquier otro conocido, lo que dio vida a historia conocida como ‘La leyenda de los niños verdes de Woolpit’.
Cuando fueron rescatados, los niños se encontraban con un grave estado de desnutrición, no sabían dónde estaban y no querían probar ningún alimento que le ofrecían. Eran hermanos, el mayor, un niño, murió al poco tiempo, pero la niña sobrevivió y logró llegar a la adultez.
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Eso es lo mejor. La niña, ya adulta, con nombre de Agnes, tratando de contar su historia, aseguró que había vivido en un país con cavernas y pasajes subterráneos, detallando que era un sitio donde el atardecer era eterno y que había un río que separaba su tierra de otra más iluminada.
El nombre que Agnes le dio a su país fue ‘la tierra de San Martín’. Contó que llegaron al pozo porque luego de dos horas de recorrer una caverna llegaron a su final.
¿Fantasía?
Esta historia fue documentada en obras escritas, gracias a los testimonios de los pobladores. Las historias tienen por nombre: ‘Historia rerum Anglicarum’, de William de Newburgh; y ‘Chronicon Anglicanum’, de Ralph de Coggeshall.
Newburgh escribió, basado en testimonios, 'Su piel era de color verde brillante y hablaban en una lengua desconocida. Vestían con ropas de un color y material que no se habían visto antes. Y, a pesar de tener hambre, rechazaron todos los alimentos que les ofrecieron'.
El historiador, cuya obra data de 1189, insistió que para él la historia es fue real. 'Me tengo que rendir ante el peso de tantos testigos y de tal calidad', dijo.
Mientras tanto, el monje Ralph de Coggeshall, informó que los niños fueron llevados a la casa de Richard de Caine, uno de los vecinos del pueblo, donde Agnes trabajó durante muchos años como sirvienta.
Especialistas e historiadores revelaron años después que la escritura fue realizada con un orden cronológico, y que tuvo correcciones suficientes como para creer que se esmeró por verificar lo más posible los datos.
Por otro lado, otras de las versiones que se manejó fue que los niños estuvieron vagando en al campo y al escuchar un ruido fuerte (las campanas de la iglesia del pueblo) salieron corriendo y cayeron en el pozo donde fueron encontrados.
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Lo que dicen los expertos
Con respecto al color de piel de los niños, a lo largo de los años algunos médicos han sugerido que pudieron haber padecido de clorosis, llamada 'enfermedad verde', una afección causada por la anemia que precisamente se caracteriza por el tono verde en la piel.
Algunos especialistas descartaron esto, pues aseguran que la clorosis nunca causa el tono verde en la piel completa y solo pigmentaciones menores.
En cuanto al idioma, algunos historiados han explicado que podría tratarse de flamenco, una variedad regional del idioma neerlandés que se hablaba en el norte de Bélgica y en el sur de los Países Bajos. A esta explicación no se le dio viabilidad porque en el siglo XII ya se podría haber reconocido en el pueblo.
Hasta el momento, a pesar de todas las investigaciones que se han hecho hasta la actualidad, el caso se ha tornado inexplicable e imposible de demostrar o descartar. No hay evidencias científicas que den por hecho la historia de ‘La leyenda de los niños verdes de Woolpit’.





















