El Heraldo
La jornada del 27 de mayo estará marcada, según expertos, por la polarización de los Acuerdos de Paz. Archivo EL HERALDO
Política

Elecciones presidenciales de 2018: ¿pronóstico reservado?

El debate que generó el Acuerdo de Paz en el país sembró ambigüedades y dudas en el electorado colombiano, pero al mismo tiempo logró que este se movilizara mucho más.

Incertidumbre es la palabra que parece definir el ambiente político a tan solo dos días para la primera vuelta presidencial. 

Aunque las encuestas ya vaticinaron a sus favoritos y las diferentes plazas ya se llenaron, la bandeja de inquietudes está servida sobre la mesa –entre ellas, la propia confiabilidad de estas dos mediciones– y la frase “cualquier cosa puede pasar” se erige como aquella que no está dejando dormir, sobretodo, a las campañas y a sus respectivos miembros.  

¿Serán las bases de Petro fieles a su candidato el día de la elección? ¿Podrá Germán Vargas dar la sorpresa con sus bajos niveles en las encuestas? ¿Le alcanzará a Fajardo para remontar, o le sucederá lo mismo que a la Ola Verde? ¿Tendrá el uribismo la misma fuerza que hace unos años?, son algunos de los interrogantes que rodean –y rodearán– la jornada.

  La antesala de este escenario de duda, para algunos expertos, se dio por el quiebre que significó el Plebiscito por la Paz en octubre del año pasado, con la paradoja de que, al mismo tiempo, permitió posicionar otros temas más allá del tradicional problema de las Farc, logrando movilizar a más gente.

“Hay un desasosiego político y social que se está trasladando a lo electoral. Existe una duda por saber si lo que se firmó con las Farc fue lo correcto, o si lo más conveniente era haber continuado la guerra. Si lo más correcto era perdonar y dejar cierto margen de impunidad –por decirlo así– , o si era mejor haber pretendido  seguir combatiéndolos por la búsqueda de la cero impunidad. Además, tampoco se trata solo del tema de la paz, sino de las visiones sociales y económicas que cada una de las propuestas trae consigo. Los candidatos, como no podía ser de otra forma, están expresando una ambigüedad o la otra”, afirmó el docente de la Uninorte Fernando Giraldo, doctor en Ciencia Política.  

“En el fondo, más allá de las encuestas, más allá de las estructuras y más allá de la publicidad política, no sabemos cómo se van a comportar los ciudadanos. En esta sociedad ambigua  y de incertidumbre pueden ocurrir cosas inesperadas”, agregó el experto. 

Lo paradójico es que ese interrogante sobre cómo se van a comportar electoralmente los ciudadanos, va acompañado de un posible aumento en la participación política de los mismos. 

“Hoy son tres aspectos los que hacen particular esta campaña. Por un lado, las redes sociales han permitido que las personas estén mucho más enteradas de lo público. Lo segundo es la implementación de los acuerdos con las Farc, y su respectiva desmovilización, que permitió entrever que el problema profundo del país no era la guerrilla, sino muchos otros, entre ellos la corrupción. Entonces,  esa mezcla entre las redes   y poder ver cuáles son los reales problemas ha hecho que la gente se movilice mucho más y que esté más atenta de lo público”, indicó por su parte el profesor David Murillo, de la Universidad Libre. 

En efecto, si se toma como punto de partida los resultados de las pasadas legislativas, este domingo podrían salir a votar cerca de 19 millones de sufragantes, evidenciándose uno de los niveles más bajos de abstención electoral, a pesar de seguir siendo alto. 

Para Giraldo, otra de las razones de peso que hay en la incertidumbre que rodea esta elección, es el hecho de que la campaña se ha adelantado de manera excesivamente personalista,  y eso ha producido confusiones por las alianzas y las movidas políticas a las que se han visto obligados a hacer los candidatos. 

“Miremos por ejemplo el caso de Sergio Fajardo. Su coalición se llama así misma de centro, pero uno de los partidos que la integran es de abierta militancia de izquierda. Fajardo dice que no es ni de izquierda ni de derecha, pero entonces qué es el Polo. O cuando Claudia López habla de radicalismo... si hay una personal radical es ella, aunque no es la única. O en el caso de Duque, que un día dice que va a abrir la  embajada en Jerusalén y ya dice que no, que quiere la paz de los palestinos. O el caso de Germán Vargas Lleras que primero se fue lanza en ristre contra el Acuerdo, y luego por los acuerdos políticos que hizo, se tuvo que modear.Esto confunde al elector”, indicó el docente. 

Con todo esto, la incógnita que se plantea en el panorama de la primera vuelta deja entrever al mismo tiempo que se tratará de una elección altamente competitiva, toda vez que el ramillete de presidenciables se conforma por candidatos  que abarcan todo el espectro ideológico, de extremo a extremo, y con diferentes tipos de organización política detrás. 

 

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