Garantías para discutir todas las propuestas, la tarea de Iván Name y Andrés Calle

El comienzo del segundo año legislativo ha sido considerado como una gran derrota para el Gobierno del Cambio.

La llegada de Iván Leonidas Name Vásquez a la presidencia del Senado, con 54 votos a su favor, dejando de lado a su compañera Angélica Lozano quien solo obtuvo 50 votos de respaldo, pone una barrera en la discusión de las ambiciosas reformas que se han planteado desde el gobierno de Gustavo Petro, pues a pesar de ser del partido Alianza Verde, su participación en la legislatura pasada lo dejó como uno de los congresistas más críticos de estos proyectos.

'Por el respeto a las dignidades que representa el Congreso, el Gobierno y las cortes, esperamos poder trabajar de manera cohesionada y en búsqueda del mejor entendimiento para que ajustemos lo que sea necesario, porque las reformas son propuestas que el Congreso estudia y aprueba o no de acuerdo a las conveniencias del país, y estamos convencidos de que el país necesita una reinstitucionalización y por ello hay la mejor disposición, todo esto bajo las garantías de igualdad para todos los sectores', expresó.

Cabe resaltar Name Vásquez es oriundo de Barranquilla, y a sus 66 años se ha destacado por su trayectoria política, fue diputado a la Asamblea de Cundinamarca y posteriormente representante a la Cámara por Bogotá en dos oportunidades, y desde el año 2010, ejerce como senador de la República por el partido Alianza Verde; sin embargo, siempre ha estado alineado hacia la centro derecha.

La elección de Iván Name como presidente de esta dignidad ocasionó que los mismos congresistas de los partidos del Gobierno 'sacaran los trapitos al sol'.

Así lo dejó ver la senadora del Pacto, Esmeralda Hernández, quien explicó que 'por disciplina de bancada y por la necesidad de no romper los acuerdos hechos en el Congreso' se vio en la obligación de respaldar la candidatura de Angélica Lozano, de quien aseguró 'siempre juega por debajo de la mesa disfrazada de alternativa' y 'fue quien lideró la ruptura del sector alternativo en campaña y quien liderará desde ese espacio la ruptura del Gobierno para impulsar una candidatura presidencial que tendrá como bandera la oposición al presidente Petro', haciendo énfasis en que su voto era a favor del senador Inti Asprilla.

Precisamente fue este congresista quien dio un paso al costado en esta disputa por la presidencia del Congreso, y aseguró que, aunque no guarda rencor hacia sus compañeros, fue 'traumático ver al ministro del Interior, Luis Fernando Velasco, hacer campaña por una persona que se enfrentó en su momento al partido Alianza Verde para que Gustavo Petro no fuera presidente'.

La elección del presidente de la Cámara de Representantes, Andrés David Calle Aguas, militante del partido Liberal, fue más tranquila y consensuada, pues obtuvo 179 votos.

A pesar de ser de las toldas rojas y las distancias que ha habido entre el presidente de esta colectividad y el gobierno de Gustavo Petro, él al contrario es muy cercano a ellos e incluso durante la imposición de su banda, su antecesor, el representante David Racero, se mostró muy complacido y le dio un efusivo abrazo.

De acuerdo con lo manifestado por el analista político y docente investigador de la Universidad del Norte, Luis Fernando Trejos, el inicio de la segunda legislatura durante el período presidencial de Gustavo Petro es una evidencia de la pérdida de capital político del Gobierno, ya que no logró conformar una mayoría en el Senado.

'Lo que evidenció el país este 20 de julio puede traducirse en el naufragio legislativo de sus reformas sociales, por la falta de capital político y, por otro lado, hace ver el peso e importancia de Roy Barreras dentro de la bancada del Pacto Histórico, ya que por su experiencia y condiciones era él quien tendía puentes y lograba acuerdos con los partidos y fuerzas políticas tradicionales', puntualizó el analista político.

Quien ha sido fuertemente cuestionado y señalado de ser el gran perdedor es el ministro del Interior, Luis Fernando Velasco, quien al escuchar el resultado de la elección de la presidencia del Senado, abrió paso en medio de los congresistas para salir del recinto sin despedirse, y ni siquiera atendió a los medios de comunicación.