Ecuador y Estados Unidos interceptaron dos embarcaciones y hallaron armas en alta mar, informó este lunes el ministro ecuatoriano del Interior, John Reimnerg.
“La Policía Nacional, en trabajo coordinado con Estados Unidos interceptaron embarcaciones en alta mar que transportaban bultos que contenían armas de fuego y que pretendían ser ingresados al país de forma ilegal”, escribió Reimnerg en su cuenta de la red social X.
El ministro añadió que se coordinó con la Armada de Ecuador para el traslado del armamento decomisado a puerto ecuatoriano y avanzó que el cargamento sería llevado al archipiélago de Galápagos, a unos mil kilómetros de las costas continentales ecuatorianas.
Las Fuerzas Armadas abundaron que, en una operación de control y vigilancia marítima en los espacios acuáticos de las islas Galápagos, hallaron “ocho bultos con armas flotando en el mar”.
En el área cercana al hallazgo, el personal naval interceptó una embarcación y constató que ninguno de sus veintisiete tripulantes contaba con la documentación en regla, ni matricula vigente para navegar en alta mar. Además, se verificó que el capitán no se encontraba a bordo, lo que sugiere que habría abandonado la embarcación en medio del mar abierto, apuntó la institución un comunicado.
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Adicionalmente, las autoridades detectaron otra embarcación con veintitrés tripulantes a bordo y 2.592 galones de combustible; esta nave tampoco contaba con los documentos en regla.
El estamento militar indicó que las cincuenta personas fueron aprehendidas, subrayó que la operación demuestra la efectividad de la cooperación internacional y la acción oportuna de las Fuerzas Armadas, que mantienen una presencia permanente y disuasiva en el mar.
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Ecuador atraviesa una escalada de violencia sin precedentes, propiciada por el accionar de bandas criminales organizadas, vinculadas -según el Gobierno- al narcotráfico y la minería ilegal, entre otras.
Esa situación llevó al presidente del país, Daniel Noboa, a declarar en enero de 2024 el estado de “conflicto armado interno” contra las estructuras criminales, a las que pasó a llamar “terroristas”.





















