Manifestantes que protestaban contra un proyecto de enmienda de la Constitución de Paraguay que permite la reelección presidencial aprobado por senadores partidarios del presidente Horacio Cartes, ocuparon violentamente el edificio del Congreso en Asunción la noche de este viernes en medio de enfrentamientos con la policía.
Con estribillos tales como 'Dictadura nunca más', centenares de opositores ingresaron al edificio legislativo luego de destruir portones, vallas y ventanales.
Los opositores irrumpieron en las oficinas de congresistas favorables a la enmienda, saquearon sus pertenencias y finalmente prendieron fuego en algunos sectores, transmitió la televisión.
'Garantizamos que la policía no va a volver a reprimir. Les pedimos que no derrumben las vallas, que no intenten entrar al edificio del Congreso. Pedimos calma, tranquilidad', dijo en tono desesperado el comandante de la policía, comisario Críspulo Sotelo.
'Les pedimos que no nos provoquen. Nosotros tenemos que resguardar la seguridad del edificio', expresó a la televisión.
Una alarma de incendios sonó por espacio de varios minutos al tiempo que se observaron grandes llamaradas y humo en algunos sectores del edificio.

Un par de horas antes, el propio presidente del Senado, el opositor Roberto Acevedo, el presidente del partido Liberal Efraín Alegre y el diputado también liberal Edgar Acosta sufrieron heridas por impacto de balines de goma en el rostro y en el tórax.
Unos 30 heridos entre manifestantes y policías fueron reportados por los bomberos.
La enmienda que permite la reelección presidencial avanzó con el voto de una mayoría de senadores partidarios del presidente Horacio Cartes, lo que desató incidentes que dejaron heridos, entre ellos legisladores opositores y activistas.
La reforma debe ser ahora ratificada por la Cámara de Diputados, donde hay una amplia mayoría oficialista que se reunirá el sábado.
El sector opositor afín al expresidente izquierdista Fernando Lugo (2008-2012) respaldó a los cartistas, pero el resto de la oposición denunció 'un golpe parlamentario'.
Los senadores no sesionaron en el hemiciclo, sino en una oficina del Congreso por la resistencia de la oposición a que se modifique la Constitución para habilitar a Cartes a buscar la reelección.




















