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Lograr que el sector productivo y la academia se integren en un diálogo permanente y fluido para hacer más pertinente la educación superior y que esta se adapte las exigencias del cambiante mercado laboral, es uno de los retos que se plantearon durante el cuarto de los Foros Proyecto BAQ de EL HERALDO, que se realizó ayer.

El evento, que tuvo como tema central ‘La cultura y la educación como herramientas competitivas de ciudad’, fue instalado por el director de EL HERALDO, Marco Schwartz, quien destacó la importancia del acceso a la educación y la cultura. En este mismo sentido se pronunció el rector de la Universidad del Norte, Jesús Ferro Bayona, quien aseguró que la educación es clave en el desarrollo de la competitividad de la ciudad.

'La cultura tiene que estar de alguna manera integrada con la educación... las universidades debemos tener claro que educamos en competencias, pero también para que los jóvenes sean más humanistas', aseguró Ferro Bayona.

Durante su intervención, el presidente de la Fundación Fútbol con Corazón, Samuel Azout, afirmó que desde esta organización lidera una propuesta estratégica orientada a la formación de niños y jóvenes con programas pedagógicos basados en el fútbol. La iniciativa opera como un programa de microfranquicias lideradas por los mismos jóvenes de las comunidades.

'Si en Barranquilla pudiéramos tener mil jóvenes, ya tenemos cien listos, que salgan a atender a 80 niños cada uno, estaríamos atendiendo a 80 mil niños', cifra que generaría un gran impacto social.

Mejorar la calidad de la educación

La viceministra de Educación, Natalia Ariza, dijo que una de las metas del Gobierno nacional en el sector es hacer de Colombia el país más educado de América Latina al 2025.

Para ello se propone el aumento del personal altamente formado, como son los profesores con doctorado, en las instituciones de educación superior, aumentando la media nacional actual que está en 275 PhD por un millón de habitantes.

Hizo énfasis en la necesidad de que las instituciones de educación superior trabajen por lograr su acreditación de calidad. Para la Costa Caribe, de las 30 universidades que funcionan en la región solamente dos cuentan con la acreditación de calidad. Mejorar esta situación requiere de un esfuerzo que permita avanzar en el proceso de calidad.

La funcionaria explicó que el Gobierno trabaja en una estrategia que impactará la competitividad y ayudará a superar los cuellos de botella en el sector educativo, entre los que se encuentra la falta de incorporación al sector productivo.

El Gobierno busca fortalecer el sistema de educación terciaria, como una propuesta que acerca el concepto de educación de calidad a la competitividad. Plantea el fortalecimiento de la articulación de la educación media, de los ciclos propedéuticos y la formación para el trabajo, entre otros aspectos.

Impacto de la cultura

La viceministra de Cultura, María Claudia López, en su intervención señaló que la cultura es una herramienta de competitividad en la medida que transforma a la comunidad y la cohesiona, de tal manera que se reconozca a sí misma y se valore, tratando las diferencias de manera pacífica y sin violencia.

Indicó que en los últimos cinco años el presupuesto del Ministerio de Cultura ha aumentado en un 110,5%, pasando de $193 mil millones a más de $460 mil millones, lo que representa un avance estratégico del sector cultura para trabajar de manera transversal con otros sectores.

'Los recursos que el ministerio entrega para potenciar procesos y actividades culturales, los canaliza a través de convocatorias públicas', dijo. El ministerio apoya 36 proyectos en Barranquilla y 76 en Atlántico, con inversiones que superan los $1.800 millones en este año. Estos incluyen el Carnaval de Barranquilla, museos, festivales y otros.

'Esto tiene que ver mucho con la competitividad porque son proyectos de festivales y carnavales que mueven turismo cultural, empresas y tradiciones, que generan ingresos económicos', señaló.

Acercar las empresas a la academia

Durante el panel central que fue moderado por el gerente seccional de la Andi, Alberto Vives, una de las principales conclusiones fue la importancia de mantener una comunicación permanente y de doble vía entre las empresas y el sector educativo.

Alfonso Prada Gil, director del Servicio Nacional de Aprendizaje, Sena, sostuvo que hay varios aspectos que se deben tener en cuenta en este proceso, entre los que se destacan la facilidad de acceso que la gente tenga a la formación, que esta formación sea pertinente con el sector productivo y que cuente con un alto estándar de calidad.

Indicó que con las nuevas obras de infraestructura que se desarrollan en el Atlántico se generarán 8 mil puestos de trabajo y para ello el Sena está adaptando su oferta de formación.

Para la presidenta de la Cámara de Comercio de Barranquilla, María José Vengoechea, el principal reto consiste en generar sinergia entre la academia y el sector productivo para coincidir en una oferta cada vez más pertinente de manera que, los egresados de distintos programas adquieran y desarrollen las competencias necesarias que les aseguren una inserción más exitosa al mundo del trabajo.

La directora de la Región Andina y gerente de Manpower Group, Rosalba Montoya, resaltó que la formación no solamente debe centrarse en competencias sino en lograr un 'ser humano íntegro y ético'.

La directora de Gente Estratégica, Azucena de Benedetti, dijo que hay que trabajar en modelos que fortalezcan las competencias para la vida. 'El factor número uno de predicción del éxito en el entorno laboral, social y familiar es la madurez emocional y en esto tenemos que trabajar'.

De acuerdo con Octavio Ibarra, decano de la Escuela de Negocios de Uninorte, cuando los ciudadanos tienen acceso a una formación integral pueden hacer mayores contribuciones a la sociedad.

Abordar la problemática de la formación ciudadana en Barranquilla desde una perspectiva de la sociología urbana en busca de cambiar las actitudes, hábitos y comportamientos, fue una de las propuestas del director de la Fundación Promigas, Julio Martín.