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Tal y como estuvo programada desde el pasado viernes 10 de octubre, el Juzgado Primero Penal del Circuito de Conocimiento de Soledad dio continuidad este martes 14 de octubre al histórico proceso judicial bajo Ley 600 por el crimen del arquitecto y ganadero Fernando César Cepeda Vargas, en etapa de alegatos de conclusión, y por el que se acusa a la exrectora de la Universidad Autónoma del Caribe Silvia Gette Ponce como determinadora del hecho criminal.

Recordemos que el viernes anterior, por horarios, el togado decidió suspender la diligencia cuando intervenía la penalista Bianith Bohórquez, defensora de Gette Ponce, y ordenó darle continuación para esta semana.

En ese sentido, Bohórquez reiteró este martes su posición en señalar a exparamilitares de Justicia y Paz de crear toda esta trama para incriminar a su defendida por la muerte del ganadero, ocurrida en agosto de 2003.

Señaló, por ejemplo, que el exparamilitar Jhonnys Rafael Acosta Garizabalo, alias ‘28’, siempre había mentido en sus declaraciones ante la Fiscalía, en audiencias de versión libre, para ligar a la exrectora de la Universidad Autónoma con el crimen de Cepeda Vargas.

“Solo existe la palabra de ellos, no hay ni una sola prueba contra mi defendida”, argumentó la penalista.

Y, con base en las declaraciones de este mismo postulado, agregó que este nunca dijo haber conocido a Silvia Gette y cuando se le preguntó por ella solo la referenció como “una señora con un turbante y gafas”.

La abogada también se refirió a los montos que supuestamente se habrían pagado por el crimen de Cepeda Vargas, algo en lo que los paramilitares nunca se habían puesto de acuerdo en afirmar.

“Unos dicen que 150 millones de pesos, otros que 200 y otros que 250 (millones de pesos)”, detalló Bohórquez, validando así las contradicciones entre los postulados.

“La gallina de los huevos de oro”

En la última audiencia de este juicio estuvieron presentes las partes procesales, el juez, abogados y representante de Procuraduría, pero también fueron testigos descendientes de Mario Ceballos Araújo, el rector y fundador de la Universidad Autónoma del Caribe. Un hijo y una nieta, prácticamente, crecieron junto a este proceso judicial que sobrepasa los 20 años.

Silvia Gette, exesposa de Mario Ceballos y acusada en este juicio, tuvo su oportunidad de intervenir ante el juez y no dudó en mantenerse en que en todo este tiempo ha sido víctima de las extorsiones de los exparamilitares.

“La persecución no se ha hecho esperar y he enfrentado alrededor de 14 procesos penales. Han querido acabarme, vincularme a todo delito que se presentaba en la zona. Mi único problema real fue no pagar las extorsiones realizadas por estos paramilitares. Así como lo señaló don Antonio en varias ocasiones, si hubiese pagado no estaría en esta. Tal vez este fue mi error, tal vez no. Realmente esto es un hostigamiento y una persecución de lo que he sido víctima”, expresó Gette.

Luego, la exrectora expresó que “no hay una sola evidencia que me vincule directa o indirectamente con algún miembro paramilitar, más allá de las mentiras que han orquestado en mi contra. Pido que se muestre una fotografía, una conversación o tan solo alguien que se me ha visto algún día en algún escenario compartiendo con alguien de este grupo criminal”.

Se refirió además en que ella nunca tuvo “motivos para mandar a asesinar a Fernando Cepeda”.

“No he tenido enemigos, ni siquiera María Paulina (hija de Mario Ceballos). La consideré en la sucesión de su padre, la cual ella estaba desheredada. Y puse a entregarle una parte de lo que me correspondía a mí como su esposa legítima, porque consideré que era lo justo. Debía ser el mismo valor de lo que recibían cada uno de mis hijos. Así Mario Ceballos haya dispuesto otra cosa”, explicó Gette, en relación a la versión de los enfrentamientos con la hija mayor de Mario Ceballos y el cual sería uno de los móviles de la muerte de Fernando Cepeda, esposo de María Paulina.

“Este caso lleva alrededor de 22 años donde tanto se ha dicho que tuve ver con los paramilitares. Pero en todas sus versiones ninguno pudo describirme ni tan siquiera decir de qué color son mis ojos ¿Y saben por qué, señoría? Porque yo nunca me he sentado con ellos, con ninguno. Solo se ha dicho mi nombre, y este pasó de una boca a otra, porque para ellos fue la gallina de los huevos de oro. Por eso sus versiones están permeadas de falsedad… Señoría, yo no mandé a matar a Fernando Cepeda”, finalizó Gette.

Al cierre de la diligencia, el Juez Primero Penal del Circuito de Conocimiento con funciones mixtas de Soledad, Atlántico, dijo que entregaría una decisión final, pero no se estableció fecha.