Durante la mañana de este domingo, 10 de marzo, se reportó una fuerte explosión en Barranquilla, proveniente de las bodegas de la fábrica de productos textiles Cannon, ubicada en la calle 30 con carrera 2. En diálogo con EL HERALDO, varios habitantes aledaños al sitio contaron cómo fue el momento en el que se registró la emergencia y cómo sus viviendas también resultaron siendo afectadas.
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'Al momento de la explosión yo me encontraba en la habitación durmiendo cuando escuché el estruendo. La explosión se escuchó a eso de las 8:40 u 8:45 de la mañana', contó Julio Orozco del Castillo, residente del barrio Universal, a esta casa editorial.
De acuerdo con lo que narró Orozco, tanto él como sus familiares pensaron en un principio que se había tratado de una bomba o algún otro artefacto explosivo. 'Pensamos que había sido una bomba, que había explotado un carro o algún transformador cercano. Esa explosión fue grandísima', señaló.
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Además del susto por el estallido, Julio cuenta que su vivienda también resultó afectada tras la emergencia: 'A mí me levantó el ruido que hizo una estructura metálica, que supuestamente hace parte del techo de Cannon, cuando atravesó el techo de nuestra casa, partiendo dos láminas, el cielo raso y afectando el televisor'.
Jorge Navarro es otro habitante del barrio Universal que contó a EL HERALDO cómo la fuerza de la explosión terminó afectando varias zonas de su vivienda, entre ellas el cielo raso y las ventanas.
Sin embargo, de acuerdo con lo que reveló Navarro, los inconvenientes con el funcionamiento de Industrias Cannon no son recientes ni surgen ahora a causa de la emergencia de esta mañana, sino que son un problema constante para las familias aledañas a la empresa.
'Este es un problema permanente, esto no para, porque la empresa está en funcionamiento las 24 horas del día', denunció Jorge Navarro, mientras enseñaba los destrozos ocasionados por la onda expansiva de la explosión en el marco de una de sus ventanas.
Jorge explicó que, aunque ahora la ventana resultó severamente dañada por el estallido, desde hace años él y su familia han tenido que aprender a lidiar con la constante vibración que se siente en el techo, las paredes y las ventanas del inmueble por la incesante operación de las calderas en las bodegas.
Al igual que Jorge, otros ciudadanos, como Maribel Padilla, denuncian que desde tiempo atrás vienen soportando afectaciones debido a la permanente operación de la planta. 'Emanan olores constantes, olores feos, como un ácido, que no son tolerables para el cuerpo. No se puede respirar', precisó la mujer.
Por otro lado, Bernardo Peña, vecino del sector que también resultó siendo afectado por la explosión, declaró a EL HERALDO que se encontraba fuera de su vivienda cuando ocurrió la emergencia, pero había dejado a sus dos hijos solos en el inmueble.
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'Me llamaron mi mamá y mi hija. (...) Cuando llegué encontré a mis dos hijos en la puerta, revisé las cámaras y vi cómo afectó la casa la onda expansiva de la explosión', señaló.
En el video de las cámaras de seguridad de la casa de Peña se puede escuchar el fuerte sonido de la explosión y se alcanza a observar claramente cómo vibran las paredes y cómo se abre la puerta del hogar de forma abrupta, tras la onda expansiva.
