
“Ser el papá de Betty es halagador y agobiante”: Jorge Herrera y Amparo Conde
‘Vine a verte ve’ es el nombre de la comedia que hoy presentan en Barranquilla. De visita en EL HERALDO hablaron de su vida actoral y personal.
Con frecuencia los reconocidos actores caleños Jorge Herrera y Amparo Conde visitan Barranquilla, ciudad que para ellos se parece mucho a su terruño por el clima cálido, la efusividad de la gente y la buena salsa. “Ha evolucionado mucho, da gusto estar por acá”, coincide la pareja que lleva 35 años de casados. En esta ocasión visitan La Arenosa para presentar su obra Vine a verte ve. La función será hoy a las 8:00 p.m. en la Casa Cultural El Bordillo (calle 66 No. 59-10, en el barrio El Prado).
Don Hermes, el eterno papá de Betty, la fea, es el papel con el que más se le relaciona a Jorge; mientras que Amparo, en La ley del corazón, es recordada por encarnar a la mamá de Marcos Tibatá. Este matrimonio visitó la redacción de EL HERALDO y a continuación presentamos apartes del diálogo que sostuvieron.
¿Cómo es su interacción en la obra ‘Vine a verte ve’?
J: Esta obra nace de una idea original de un español y yo hago la intervención dramaturga del texto y la dirección, de tal forma que la obra es básicamente caleña y se llama Vine a verte ve, que encierra ese doble sentido de vine a ver TV, de televisión, y vine a verte ve, de vos, como decimos en Cali. Mi personaje es César, un señor que no le pone mucho cuidado a su esposa, ella tiene sus atributos físicos, además es una gran bailarina de danza moderna y salsa; mientras que él es jefe de una agencia de publicidad, pero vive muy embolatado con las modelos. Así que ella trata de llamar la atención, le suelta la carnada y él muerde el anzuelo, por lo que se desata una competencia por ver quién tiene la imaginación más profusa para ponerlo a comer en la mano.
A: Esta obra es realizada por nuestro grupo de teatro que se llama ‘Esacto’, creado para poner las obras en la escena del dramaturgo Jorge Herrera. La mayoría de las obras que tenemos son de la autoría de Jorge, con ese toque cómico tan característico.
¿Y por fuera de las tablas cómo es su relación?
J: Es todo lo contrario, ella es la que me mordió el anzuelo, hace 35 años estamos juntos. Nunca se me olvida nuestra fecha de aniversario, soy muy atento en ese sentido. En la casa soy el que también cocina, por eso creo que la tengo amañada con mi sazón y me ha soportado todo este tiempo. Resultado de nuestro amor tenemos un hijo que es Jordy Herrera y es chef, tiene 25 años y vive en Filadelfia, así que estamos otra vez como novios, solitos.
A: Son pocas las parejas que logran entenderse bien a nivel profesional y también en la casa, tenemos claros nuestros roles, Jorge es el dramaturgo, el director y el actor, yo soy la actriz y la productora; pero en nuestra próxima obra le propuse a Jorge que cambiemos esos roles y yo voy a dirigir El camaleón.
Actualmente Jorge está al aire nuevamente en ‘Yo soy Betty, la fea’ ¿Qué ha representado Don Hermes Pinzón Galarza en su vida?
Ser el papá de Betty es halagador, pero también algo agobiante, es imposible desligarme de Don Hermes, porque imagínate son 20 años haciendo de Hermes todos los días y ahora que están pasando de nuevo la novela se recrudeció el fervor y de verás es muy difícil de manejar. Vengo de Bucaramanga donde la gente me pedía que hablara como Hermes y se tomaron unas tres mil fotos conmigo, eso es complicado, pero es chévere sentir el cariño de la gente. Trato de despegarme de él cuando enfrento otros personajes, porque el peligro es el encasillamiento, que nada más me veas capaz de ser ese viejo cascarrabias. Me pasó con Doña Julia (Adriana Franco), nos llamaron para hacer dos personajes de una serie, ya estaban aprobados, pero luego los productores me bajaron del bus porque nos dijeron que éramos los papás de Betty, afortunadamente me dejaron un papel de consolación.
A: Hay algo que pocos saben y es que Don Hermes Pinzón Galarza es la fusión del papá de Jorge y del libretista de Fernando Gaitán que fueron mucho más severos que Hermes con Betty, porque este señor tenía unas salidas muy jocosas, pero los padres de ellos siempre fueron serios.
¿Le agregaría o quitaría algo al papá de Betty?
J: Voy a confesarte algo, nunca vi la novela, porque cuando la emitían estábamos grabándola, esperando que Fernando escribiera las escenas. Él las hacía a un ritmo muy lento, al punto que un viernes el capítulo no estuvo listo y se debió llenar con un resumen. Así que verlo ahora es como cuando escribes algo y luego de un tiempo dices quién hizo este desastre. Y sí, ver a Hermes da mucha risa y creo que no es modificable.
¿En qué radica el éxito de esta novela?
J: Yo le decía a Fernando que este era un clásico, se lo dije dos días antes de su muerte en rueda de prensa y eso creo que es gracias a que la gente añora volver a unirse a través de la televisión.
A: Colombia vive muchos momentos tensos y lo que tiene Betty es que tiene la posibilidad de reunirse en familia y poder gozar. En mi caso con La ley del corazón creo ocurrió el mismo fenómeno y la gente podía ver televisión con sus padres o hermanos.
También está al aire en ‘Un bandido honrado’, haciendo de traqueto. Háblenos de ese papel oscuro
J: La gente me ve al aire en dos canales y pensará que tengo más puestos que un bus, esto es algo que me causa gracia, porque la gente no sabe si verme a esa hora como Hermes o como Diego Raigoso. Me inscribí en este proyecto que es una parodia de los traquetos para ver si así culmina esa temática tan agobiante de los narcos. Este es un personaje que juega otras cartas y que exige un nuevo tratamiento, como actor le presto mi cuerpo y me he divertido mucho haciendo esa comedia.
¿Actores tan experimentados como ustedes les cuesta mucho ganarse un papel?
A: Empecé a hacer televisión en 1988. En ese entonces no se hacía casting, eso es algo que viene de hace una década y creo que si me he ganado un personaje con casting ha sido mucho, para mí es nefasto hacerlo, porque realmente no hay nada, te dan una breve descripción del personaje y ya, entonces así es muy difícil impresionar.
J: Los casting son una formalidad, en realidad las empresas ya tienen previsto quienes van a hacer los papeles, pero los hacen para justificar el trabajo de muchos.
Acaba de ser aprobada la Ley del Actor, ¿cómo ayudará esto a mejorar sus condiciones?
A: Lo más importante de esta ley no es el fin, sino el inicio, con esto hemos sido reconocidos como profesionales la actuación deja de ser un oficio. Esto ha implicado en otros países como Perú el tema de la pensión, también conlleva a que los empíricos se profesionalicen. En la Asociación de Actores acabamos de profesionalizar a 34 actores que tenían más de 20 años de trayectoria y eso motiva a los jóvenes para que vean esto como una profesión real.