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Entre anécdotas navideñas, risa, nostalgia, amigos y un desayuno, se realizó ayer el lanzamiento de la Gran Parada de la Luz.

En el centro del evento, que se desarrolló en el Salón Caribe del Country Club, estaba el periodista Juan Gossain, como invitado especial, y su colega Mabel Morales, con la que sostuvo una charla.

'Navidad en los pueblos costeños' era la temática del encuentro en la que el periodista de San Bernardo del Viento contó varias anécdotas de lo que fueron sus navidades en ese municipio de Córdoba.

Pero antes de esto, Gossain aprovechó para elogiar la labor de la Fundación Pan y Panela, organizadora de la Gran Parada de la Luz, que se celebra cada 8 de diciembre y en la que participan cada año más de 3.000 artistas de grupos folclóricos locales y cientos de familias que se agolpan en las calles por donde pasa el desfile que tiene su colofón en la Plaza de la Paz.

'Ese nombre nada más se le ocurre a un barranquillero, se lo digo de todo corazón. Gran Parada de la Luz. Una ciudad donde Esthercita Forero dice que el caño está para saludar al Magdalena es una ciudad a la que se le ocurre cualquier cosa', dijo Gossain, al que después le contaron que la creadora del nombre fue la publicista y presentadora María Patricia Dávila.

Agregó Gossain que su 'contribución a una causa tan noble, a un propósito tan humanístico, tan humanitario', como el de la Fundación Pan y Panela, de alimentar a cientos de niños y adultos mayores del barrio El Ferry, en el suroriente de Barranquilla, era participar en esa charla e invitar a las personas a unirse a la actividad.

'Yo llego a recibir un peso por participar en un propósito tan noble y me excomulga Tamayito', dijo Gossain, refiriéndose a monseñor Tamayo, presente en el evento y gestor de la obra social que empezó en el barrio La Central y luego pasó a El Ferry.

'Es más, cuánto les quedo debiendo por participar en una obra de semejante calidad humana, este país necesita tener más gestos como el de ustedes', dijo.

Hay que recordar que la Fundación Pan y Panela, a través de la Gran Parada de la Luz, consigue recursos de los sectores público y privado, para poder continuar con su 'misión de dar desayunos y almuerzos a niños y adultos mayores, así como el apoyo a programas educativos, actividades deportivas, culturales, lúdicas, de emprendimiento y capacitación que brindan un soporte integral a la población', como lo expresaron sus organizadores.