A Isabella 'le gusta ir adonde está la gente auténtica'. Por eso le gusta visitar el centro histórico de Barranquilla; allí donde se mueven el patrimonio, la memoria visual y la actividad comercial. Los colores de su ciudad y los rostros de los transeúntes inspiran el arte en óleo de la barranquillera Isabella Mebarak Maury.
Con sus fotografías, la joven de 18 años hace pintura surrealista. Su técnica y su pasión temprana por esta forma de arte, le merecieron el segundo y tercer puesto del concurso Latino Art Beat, en el condado de Miami y en los Estados Unidos, respectivamente.
'Tener un sentido de la familia muy fuerte' fue la respuesta, que plasmó en la pintura premiada, a la pregunta del concurso: ¿qué significa la cultura hispana? Un retrato de su padre, que la carga y la observa aún recién nacida.
'Para mí, el nacimiento de mi primera hija fue un momento muy sublime y verlo plasmado en esa pintura por sus manos me llenó de mucha felicidad', expresa Antonio Mebarak.
'Ese sentido fue el que me impulsó a regresar por una temporada a mi ciudad natal', dice. Ocasión que ha aprovechado para repasar con su lente fotográfico la cultura costeña. Cada vez que ve pasar 'a las mujeres vendiendo bollos en la calle', sus ojos miel se emocionan.
La técnica que usa en sus pinturas 'la fue perfilando' en el New World School of Arts, del que se acaba de graduar como bachiller.
Su madre Ileana Maury relata, además, que cuando era una niña, la ponía a su lado a pintar al mismo tiempo que ella.' Yo creo que desde ese momento empezó a gestarse su pasión por la pintura (...) Tiene un gusto por cosas que pasan desapercibidas para nosotros, una sensibilidad increíble'.
'Todavía sigo desarrollando mi estilo', afirma la joven que viene de una familia de artistas, su tía es Shakira y su abuelo es escritor. Pero se inclina por el óleo, porque se pueden hacer pinturas con más profundidad'.
'Shakira siempre la ha apoyado, se compenetran mucho, en su casa hay un cuadro suyo', afirma Maury.
Isabella cuenta también que se ganó una beca para estudiar Fine Arts (bellas artes) en la Universidad de California.
Su abuelo William Mebarak relata que 'quedó con la boca abierta al ver sus trabajos. Nidia (su esposa) y él siguen sus pasos, dice.
Agrega que 'Isabella está lista para continuar su carrera hasta el infinito, porque un artista no tiene límite'.
Durante su cumpleaños, don William le dedicó a la joven unas palabras para darle confianza y ánimos: 'Una mujer que está consciente de su vocación, tiene que triunfar, y en el caso tuyo, seguramente estarás en el lugar donde brillan las estrellas, y es porque ese es tu lugar'.
Comenta que ella sabe 'lo que tiene entre manos' y que eso le da mucha tranquilidad.
Isabella le obsequió, cuando tenía 13 años de edad, una pintura en óleo. Un retrato que 'es tan nítido, tan vivo, que yo me he quedado asombrado. Mis amigos que han llegado al estudio en Miami y lo han visto me han dicho que es una cosa tan nítida y tan idéntica a la cara mía, con todos los detalles', manifiesta su abuelo.


