La Junta Directiva del Banco de la República reafirma el compromiso de mantener la inflación y sus expectativas ancladas en la meta, de 4,6%, reconociendo que hay un incremento de naturaleza transitoria en la inflación.
De acuerdo con Adolfo Meisel, codirector del Banco de la República, el ajuste en la política monetaria era necesario para frenar un poco el crecimiento de la economía, producto del ‘boom’ minero-energético.
'La economía se está desacelerando y esto es favorable. Con la caída de los precios internacionales del petróleo había que reducir el ritmo de crecimiento y la demanda', explica Meisel, agregando que el país crecerá pero a un ritmo menor.
'Esta desaceleración se debe hacer gradual y se ha hecho ordenada gracias a la política monetaria y la política fiscal, que se ha ajustado con la reducción del gasto por parte del Gobierno', manifestó el experto aludiendo que es una buena estrategia para que el país se ajuste a la coyuntura actual.
La actividad económica mundial sigue débil y se proyecta que el crecimiento promedio de los socios comerciales del país en 2016 sea bajo e inferior al registrado en 2015.
La Reserva Federal de los Estados Unidos mantuvo inalterada su tasa de interés de referencia y es probable que el endurecimiento de la política monetaria en ese país se produzca lentamente. El precio del petróleo ha bajado, pero sigue en niveles superiores a los mínimos registrados a comienzos del año. Con esto, es probable que el deterioro en la dinámica del ingreso nacional sea menor que el estimado un trimestre atrás.
En síntesis, la inflación aumentó por cuenta de la pasada depreciación del peso, por los efectos rezagados del fenómeno de ‘El Niño’ que ya culminó, por unas expectativas de inflación que superan la meta.
'El Banco continuará haciendo un seguimiento a los efectos del ajuste del gasto sobre la inflación', concluye.