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Los activistas ‘anti Juegos’ de Japón no se contentan con el aplazamiento

“Los Juegos deben ser anulados y abolidos”, reaccionó el martes en Twitter un grupo japonés de activistas ‘anti Juegos Olímpicos’.

Para una inmensa mayoría de los japoneses, el aplazamiento de los Juegos Olímpicos de Tokio-2020 era una medida necesaria, pero dolorosa. Sin embargo, en el país hay una minoría frontalmente opuesta a la celebración del evento en su país, que lo que lamentan es que no se haya optado por una cancelación definitiva.

"Lamentamos completamente el aplazamiento. Los Juegos deben ser anulados y abolidos", reaccionó el martes en Twitter un grupo japonés de activistas 'anti Juegos Olímpicos', poco después de que se anunciara que la competición se retrasa a 2021 por la pandemia del nuevo coronavirus.

Apenas unos minutos después el anuncio del aplazamiento, un puñado de detractores de los Juegos de Tokio se reunieron en las calles de la ciudad, donde se manifiestan mensualmente contra el evento.

"Lo que más me molesta es el mercantilismo que existe alrededor", explica a la AFP Toshio Miyazaki, de 59 años, rodeado de otros manifestantes que lucen pancartas que expresan sin rodeos su postura: "Estamos contra los Juegos Olímpicos de Tokio", se puede leer.

Aunque él es empleado del gobierno metropolitano de la capital, uno de los principales organizadores de los Juegos, Miyazaki no duda en alzar alta y fuerte su voz contra la cita olímpica en su ciudad.

- Muy minoritario -
"El coronavirus obliga (a los organizadores) a retrasar los Juegos, pero creo que los japoneses deberían preguntarse si es realmente necesario albergar los Juegos Olímpicos", insiste.

Se trata, en cualquier caso, de una opinión muy minoritaria en el país. Según los sondeos, apenas una persona de cada diez en Japón cree que los Juegos Olímpicos deben cancelarse, pese a que la pandemia del Covid-19 siga propagándose por el mundo.

Otro signo de la popularidad de los Juegos Olímpicos en Japón son los 4,5 millones de entradas vendidas en el país mediante un sistema de sorteo que tuvo muchas solicitudes, forzando a los organizadores a añadir más.

Los opositores a Tokio-2020 esgrimen varios argumentos para justificar su indignación, más allá del aspecto comercial del evento, sobre el que incide Toshio Miyazaki.

Kumiko Sudo acudió a la manifestación del martes por el carácter nacionalista que ve en torno a la organización de los Juegos y que no le agrada. 

Cuando Tokio se lanzó a la pugna por conseguir la sede de estos Juegos, las autoridades locales tenían la voluntad de "estimular el sentimiento nacionalista", asegura a la AFP.

También se muestra crítica con medidas tomadas por la ciudad ante la cercanía de los Juegos, como el desmantelamiento de campamentos para personas sin hogar.

Para Japón, los Juegos de 2020 debían ser un símbolo de su reconstrucción y la ocasión de mostrar al mundo su recuperación tras el terremoto, el devastador tsunami y la catástrofe nuclear de Fukushima en marzo de 2011.

Pero en esa región del siniestro, algunas voces también se han elevado para denunciar que el dinero público gastado en la organización de la competición debería haberse utilizado mejor para apoyar a las personas víctimas de lo ocurrido hace nueve años.

- "Discurso falaz" -
"Tokio obtuvo el derecho a acoger los Juegos jugando la carta de la reconstrucción, pero es un discurso falaz", insiste Hiroki Ogasawara, profesor de Sociología en la Universidad de Kobe (oeste) y coautor de un libro crítico con los Juegos de Tokio.

"Acoger los Juegos no va a ayudar en sí a reconstruir la zona devastada, pero intentamos hacer creer" a la gente que va a ser así, añade.

La región de Tohoku (noreste de Japón), la más dañada por la catástrofe, debía haber acogido el jueves el inicio del recorrido de la llama olímpica por el país, pero el aplazamiento del evento conllevó igualmente la postergación de ese periplo.

El punto de inicio del recorrido debía ser el J-Village, un amplio complejo deportivo que sirvió durante mucho tiempo como base operativa para miles de trabajadores en el acondicionamiento de la central de Fukushima, situada a un veintena de kilómetros.

El fuego olímpico continuará en la región de Fukushima hasta nueva orden.

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