Básquet, viaje y beca... ¡Qué bacano!
Laura González y Jaidy Mejía, dos basquetbolistas barranquilleras, fueron becadas por un colegio de EEUU por sus virtudes deportivas.
No tratan de ocultarlo. No lo niegan. No se esmeran por disimularlo. No lo callan: “Sí, estamos nerviosas”. Lo dicen sus palabras y sus rostros. Laura Isabella González Cañas y Jaidy Alejandra Mejía Andrade no tiemblan ni devoran sus uñas, pero evidencian el sustico propio de quien va a enfrentarse a algo que desconoce. Sin embargo, por encima del temor normal están sus sueños y una oportunidad que tratarán de aprovechar con el mayor esfuerzo de sí.
Laura y Jaidy, dos basquetbolistas barranquilleras de 15 y 16 años, respectivamente, fueron becadas por el Instituto Educacional del Norte de Florida por sus buenas condiciones deportivas y hoy viajarán a Estados Unidos para empezar un curso intensivo de inglés y continuar con los años que les falta de su preparación preuniversitaria.
Los cazatalentos del colegio estadounidense vieron en las dos chicas unas buenas condiciones técnicas y personales para hacer parte del semillero basquetero que el centro educativo viene formando.
“La verdad es que tengo mucha felicidad por todo lo que significa, pero también me asusta un poco porque sé que allá todo es distinto”, admite Laura, que el 22 de octubre cumplirá 16 años. “Es que vamos a cambiar colegio, cultura, idioma, comida, amigos, casa, cama (risas)… Todo”, dice Jaidy, que el 10 de abril llegó a 16 calendarios.
“Esto es una bendición de Dios. Estamos muy felices”, Indira Cañas, Madre de Laura González.
Las dos integran el equipo Piratas de Barranquilla, dirigido por Erick Ramos, quien les abrió las puertas hacia el sueño americano. El entrenador, a través de sus contactos con el país del norte, se enteró de la convocatoria que había para reclutar talento y envió los videos de unas 15 jugadoras.
Las elegidas de ese grupo fueron ellas dos y la guajira Sheyla Aguilar. Laura, que mide 1,68 de estatura y venía cursando el noveno grado en la Escuela Superior Normal La Hacienda, juega como armadora y alera. “Soy una basquetbolista agresiva, rápida, explosiva y defiendo bien”, se describe.
Jaidy, de 1,79 de altura y quien venía estudiando décimo grado en el Colegio Sofía Camargo de Lleras, actúa como poste y alera. “Soy muy explosiva, defiendo bien y ataco de una buena manera”, resume.
Ambas han representado a sus colegios y a las selecciones Atlántico en diferentes torneos.
Los más orgullosos con el salto al país del norte son los padres de estas chicas. Osman de Jesús González Villar e Indira Cañas todavía están emocionados e impresionados con la posibilidad que el deporte le presenta a la segunda de sus dos hijas. No se imaginaron que aquella elección que el colegio le planteó a su pequeña derivaría en una beca en territorio estadounidense.
“Ella tenía que escoger entre la danza, básicamente el Rumbón Normalista, y el deporte”, recuerda Indira. Finalmente, influenciada por su progenitora, que prefería las actividades deportivas en vez de los bailes del Carnaval, Laura comenzó a practicar baloncesto a partir de los 8 años.
Por otra parte, el idilio de Jaidy con la pelota salmón comenzó prácticamente desde que abrió sus ojos al mundo. Su padre es el exjugador de los Caimanes José Alejandro Mejía, mejor conocido en el ámbito basquetero local como ‘Pantera’. Las tres hijas del matrimonio entre Mejía y Yoanna Andrade Aleán, incluida la menor, llevan en la sangre esa pasión por la cesta.
“Desde que era una bebé estoy viendo el balón de básquet en la casa”, dice Jaidy. “Todos en la familia estamos muy contentos, mucho más el papá, es un orgullo para todos nosotros. La gente nos dice que somos muy afortunados”, dice Yoanna Andrade.
Las dos becas cubren absolutamente todo. Viajes, transportes internos, hospedaje en el cetro educativo, alimentación y estudios. “El coach, a través de la traductora, nos explicó que solo necesitan dinero para cosas personales que quieran adquirir, pero que no les faltará nada”, explicó Osman de Jesús González Villar, padre de Laura.
Un familiar de los González Cañas acompañará a las jóvenes en su primer día en el colegio estadounidense para ver de cerca y cerciorarse de todos los beneficios que recibirán.
Todos estos privilegios deben sostenerlos con un buen desempeño deportivo y estudiantil. La exigencia del colegio de Estados Unidos es en la cancha y en el aula de clases.
“No podemos aflojar, debemos esforzarnos y luchar por mantenernos allá. Es una oportunidad que no podemos desaprovechar”, comentó Jaidy. Así es. Básquet, viaje y beca… ¡Qué bacano!
