No se escuchó el habitual “aló”. Alejandro Char todavía estaba inmerso en la emoción y exclamando cuando recibió la llamada de EL HERALDO: “¡Esto es un notición! ¡Un batacazo! ¡Un palazo!”. La Conmebol le acababa de confirmar al alcalde de Barranquilla que la ciudad será sede de la final de la Copa Sudamericana 2026, y el hombre se encuentra dichoso y orgulloso.
Desde Lima, Perú, en medio de su felicidad y satisfacción por un logro que se gestionó durante once meses, el burgomaestre sostuvo un diálogo en el que estimó que la capital del Atlántico recibirá unos 60 mil visitantes y moverá 60 millones de dólares por el evento futbolero.
¿Cómo se consiguió esta sede y qué significa para Barranquilla?
Muy feliz, feliz por Barranquilla, feliz por el fútbol y feliz por nuestra gente. Poner a Barranquilla en los ojos del mundo es algo enorme. Esto es una final mundial, nada más y nada menos que la final de la Copa Sudamericana en Barranquilla en 2026. La Conmebol y su presidente recibieron nuestra propuesta con mucho entusiasmo. Todo lo que ha pasado con la selección Colombia en la ciudad ha visibilizado la manera como los barranquilleros vivimos el fútbol: el comportamiento de la ciudad, la seguridad, el orden, el transporte y, por supuesto, la alegría y el calor humano de nuestra gente. La fiesta del fútbol fue fundamental. El crecimiento de la ciudad y las buenas noticias en todos los sectores también pesaron. Todo eso caló en el comité, que de manera unánime votó para que Barranquilla fuera la sede de este gran evento. De manera unánime.
¿Desde cuándo se venía trabajando esta aspiración?
Llevábamos 11 meses en esto. Desde que comenzó 2025 empezamos a conversar con el comité y sus miembros, a mostrarles a Barranquilla. Todo el tema de ampliar el estadio fue parte de la estrategia, para que vieran que Barranquilla invierte en deporte, invierte en fútbol y quiere tener un escenario de talla mundial. Fueron 11 meses de trabajo, de amigos del fútbol que quieren a Barranquilla y saben lo importante que esto es para Colombia y para la ciudad. Esto va a traer más turismo, más desarrollo económico, más comercio, y todo lo que ha pasado en los últimos años fue clave para que esta decisión fuera tan contundente.
Ya se habla de adecuaciones en el estadio Metropolitano. ¿Cómo avanzan las obras?
Hay mucha alegría. La gente está feliz con cómo va a quedar el estadio. Ya estamos trabajando en redes de servicios públicos y otros ajustes técnicos. Apenas Junior termine su participación este año, el estadio se cierra para iniciar las refacciones grandes y la ampliación. Barranquilla cuando dice las cosas, las cumple. Tenemos el presupuesto, los recursos, los diseños y vamos para adelante.
Me imagino que el estadio Romelio Martínez y otros sitios, que pueden servir para entrenamiento de los equipos finalistas, también hace parte del plan…
Claro. El Romelio también entra en la planeación. Es un estadio con condiciones, al que se le harán ajustes. Los tiempos tienen que dar y vamos a lograrlo. Ese escenario también será preparado como corresponde.

¿Qué exigencias adicionales ha hecho la Conmebol al estadio Metropolitano?
Hoy fue la elección. Ahora vienen meses de trabajo conjunto con la Conmebol. Pondremos no solo el estadio a tono, sino la ciudad entera. Escenarios de entrenamiento, logística, movilidad, servicios… todo estará al nivel que exige un evento de esta magnitud.
¿Hubo otras ciudades aspirando a la sede?
La verdad no conozco quién más estaba en competencia. Yo presenté los últimos videos, pero nuestra propuesta llevaba semanas y fue muy bien recibida.
¿En qué se basó en la última presentación?
En todo: nuestros atractivos turísticos, nuestra experiencia en grandes eventos, el carnaval, lo que significa tener a la selección Colombia en Barranquilla, los grandes congresos, el Puerta de Oro, eventos deportivos como el Giro de Rigo y muchos más. Aquí hay orden, seguridad, movilidad, gente capacitada y una enorme disposición para eventos masivos. La ciudad habló por sí sola.
Se quedó Barranquilla sin Juegos Panamericanos 2027 y sin Fórmula Uno, pero ahora recibe esta buena noticia…
Esto es una recompensa. Lo de la Fórmula 1 lo seguimos trabajando. Y los Panamericanos pueden llegar más adelante. Hoy tenemos esta gran final y la celebramos.
¿Hay estimaciones económicas del impacto que traerá la final?
Calculamos cerca de 60 millones de dólares en ingresos para la ciudad y más de 60 mil visitantes. Esto genera empleo, mueve el comercio, la hotelería, el transporte, el sistema masivo, los taxis, la gastronomía. Pero además, pone a Barranquilla en los ojos del mundo. Hoy plataformas internacionales como Booking.com destacan a la ciudad, no solamente en Colombia, la ponen como una de las diez ciudades del mundo donde hay más atención. El Malecón, el Ecoparque de Mallorquín, Puerto Mocho, la cultura, los escenarios deportivos… todo está posicionando a Barranquilla como destino turístico internacional.
¿Se imagina una final de Copa Sudamericana 2026 con Junior como protagonista?
Sería lo mejor del mundo. ¿Por qué no? A eso le apuntamos. Vamos con confianza, positivismo y con toda la actitud.


























