Portugal de Cristiano Ronaldo se jugará mañana el pase a la final de la Liga de Naciones ante una Alemania que se ha convertido en su bestia negra y que se ha impuesto en los últimos cinco enfrentamientos entre las dos selecciones.
La última victoria portuguesa se dio ya hace un cuarto de siglo y fue la tercera en un balance que muestra, además, 11 victorias alemanas y 5 empates. Para encontrar un triunfo de Portugal en territorio alemán hay remontarse a cuarenta años atrás.
Pese a esos antecedentes, en Alemania hay un gran respeto hacia Portugal y, en especial, ante lo que representa Cristiano Ronaldo, que, pese a haber sido con frecuencia una pesadilla para el Bayern Múnich con sus clubes, nunca ha podido ganarle a Alemania a nivel de selecciones.
“Cristiano completa 220 partidos internacionlaes en los ha marcado más de 130 goles. Estoy muy lejos de ello. Es un número increíble. Mostrar esa constancia durante más de 20 años es algo extraordinario”, dijo el capitán alemán, Joshua Kimmich, al ser preguntado sobre lo que significa para él cumplir mañana 100 partidos como internacional.
Kimmich advirtió que, pese a sus cuarenta años, Cristiano sigue siendo “altamente” peligroso. Eso es algo que muestran ya los seis goles que ha marcado en el torneo.
Alemania llega al partido con la confianza que le da la buena campaña que ha hecho en la Liga de Naciones y no haber perdido un sólo partido desde la derrota ante España en cuartos de final de la Eurocopa. Alemania parece haber recuperado su esencia bajo la dirección de Julian Nagelsmann después de años muy difíciles que empezaron en el Mundial de 2018.
Sin embargo, hay momentos en que los alemanes parecen pecar por exceso de confianza, como se vio en la eliminatoria ante Italia, en la que, tras ganar por 1-2 a domicilio y estar adelante por 3-0 al término de la primera parte en la vuelta, permitió que Italia volviera a entrar en el partido hasta alcanzar un 3-3-
Para pasar página definitivamente a los años de depresión, Alemania anhela un título y la Liga de Naciones es el más cercano, que, además, según Kimmich daría confianza de cara al Mundial 2026.
Hay una sombra que son las bajas por lesión de jugadores importantes como Antonio Rüdiger, Niko Schloterbeck o Jamal Musiala para mencionar a los más importantes.
Portugal, por su parte, llega con el objetivo de acabar con el maleficio que ha marcado durante décadas sus partidos contra Alemania y meterse por segunda vez en la final de la Liga de Naciones, en cuya primera edición, como local, se impuso al derrotar a Suiza y Países Bajos en la fase final.
Amparada en la espectacular marcha bajo la dirección técnica del español Roberto Martínez, con el que tiene un porcentaje del 71,04% de victorias -el mejor de siempre- y mayor capacidad goleadora de las últimas décadas (2,57), la selección lusa quiere emular a aquel conjunto que venció a Alemania en su propio patio por 0-1 en la fase de clasificación para el Mundial 86 por 0-1 con gol de Carlos Manuel.
Tras dejar atrás en su grupo a Croacia, Escocia y Polonia, pudo con la pujante Dinamarca en cuartos, aunque necesitó de una prórroga en el Jose Alvalade lisboeta para acabar ganando por 5-2 y revertir la derrota sufrida en Copenhaghe por 1-0.
Francisco Trincao, con su doblete, fue el hombre del encuentro y la demostración de la profundidad de plantilla que tiene Roberto Martínez, que vuelve a tener como estilete al eterno e incombustible Cristiano Ronaldo, aún la gran referencia ofensiva de un equipo con un enorme potencial y posibilidades.
No obstante, durante estos días ha tenido que alejar las cuestiones ajenas a la selección como el futuro del propio Cristiano Ronaldo o el de otra de sus figuras, Bruno Fernandes, y cuidar la recuperación física de los recientes campeones de Europa con el PSG, el lateral zurdo Nuno Mendes y los mediocampistas Vitinha y Joao Neves, clave en el juego de las ‘quinas’.
“En el fútbol internacional no hay muchas oportunidades de ganar trofeos, y no hay nada mejor que hacerlo. Lo importante es que estamos aquí, y la final four es donde tenemos que estar. Este equipo ha demostrado una gran resiliencia durante estos dos años y medio, y enfrentarse a selecciones como Alemania, España o Francia, son retos perfectos para seguir preparándolo para el Mundial”, aseveró Roberto Martínez, el ingeniero de este nuevo Portugal.