Julio César Falcioni, Juan Carlos Delménico, Sergio Goycochea y Franco Armani no son los únicos porteros argentinos legendarios que han pasado por Colombia. Raúl Ramón Navarro Paviato, campeón dos veces con Atlético Nacional (1973 y 1976), es otra leyenda del arco que dejó huella en el país.
Navarro Paviato, que pasó por Junior como entrenador de arqueros, murió este viernes a los 82 años de edad en San Francisco, provincia de Córdoba, Argentina.
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“La División Mayor del Fútbol Colombiano –Dimayor- en cabeza de su presidente, Fernando Jaramillo y los 36 clubes afiliados, lamentan el fallecimiento del ex-jugador colombo-argentino, Raúl Navarro Paviato. Este 20 de julio, la familia del fútbol sudamericano se viste de luto. Hoy recibimos la triste noticia del deceso del exitoso arquero, que jugó 13 años en el Fútbol Profesional Colombiano”, expresó la Dimayor a través de sus redes sociales.
En sus días como guardameta, Navarro se incorporó al Atlético Nacional en 1971, donde dejó ver sus reflejos y agilidad para proteger la portería. Protagonizaba atajadas espectaculares y hacía algunas acciones que emocionaban a la afición y le aportaban al show, como salir del arco y amagarle a los atacantes. También se caracterizaba por su potente y preciso saque con las manos.
“¡Leyenda eterna! Nunca olvidaremos lo que hiciste por nosotros, don Raúl. Vuela siempre alto, como lo hiciste en vida para defender nuestro arco”, publicó Atlético Nacional este sábado.
En el arco verde se mantuvo hasta 1979. Después se fue a Millonarios (1980-1981) y Deportes Tolima (1982-1983). Colgó los guayos y los guantes en el cuadro pijao, donde comenzó ese mismo año su carrera como entrenador.

El Vinotinto y Oro fue la única escuadra de primera división que condujo en nuestro país. También dirigió al Atlético Córdoba y al Deportivo Soledad, desaparecidos equipos de la Primera B.
Se casó con una colombiana oriunda de Córdoba y tenía lazos muy fuertes con esa tierra. El conjunto sabanero jugaba en Cereté, municipio cordobés.

El cuadro soledeño, que fue la primera filial de Junior en la B, tenía como sede el estadio Romelio Martínez. Este club, que después pasó a llamarse Atlético Barranquilla, surgió por sugerencia de Miguel Ángel ‘el Zurdo’ López, quien también recomendó que fuese dirigido por su amigo y ex compañero en Atlético Nacional, Raúl Navarro Paviato, con la asistencia técnica de William Knight.





















