Una nueva derrota, la segunda consecutiva, en el momento menos oportuno, en St. James Park ante el Newcastle (2-0) dejó al Arsenal fuera de los puestos de Liga de Campeones de fútbol donde se instala el Tottenham, a falta de una jornada para el cierre de la Premier.
Dos semanas atrás el conjunto de Mikel Arteta tenía en la mano el cuarto puesto de la competición inglesa. Una racha de cuatro victorias seguidas pusieron a los gunners en la parte alta de la tabla solo por detrás del Manchester City, el Liverpool y el Chelsea.
Había alcanzado una situación idónea en el tramo decisivo del curso y dependía de sí mismo para conseguir un objetivo que se le niega desde la temporada 2015-2016.