Luis Díaz ya levantó su primer trofeo con el Liverpool. El guajiro solo necesitó de siete partidos para coronarse campeón con los ‘reds’, que vencieron ayer por penales al Chelsea (11-10), en la final de la Carabao Cup o mejor conocida como la Copa de la Liga.
Gran exhibición del guajiro en un partido grande. El exjugador del Junior fue titular, junto a Salah y Mané, y no desentonó en ataque, siendo una constante pesadilla por el costado izquierdo, donde hizo trizas al defensor inglés Trevoh Chalobah.
Díaz tuvo un primer tiempo activo, con un remate de cara a gol y 27 pases, con un 89 por ciento de efectividad. En el complemento el guajiro mantuvo el pie en el acelerador, siendo mucho más protagonista en el juego, especialmente en cuatro acciones donde tuvo incidencia.
Primero cuando le metió un lindo pase a Mané, que no capitalizó el senegalés; luego, a los 54’, metió otra gran asistencia sin encontrar receptor; a los 75’, tuvo para desequilibrar la balanza, tras una cabalgata en la que apuntó a meterla debajo del cuerpo de Mendy, pero el arquero africano le adivinó y finalmente a los 85’, cuando tuvo la más clara provocando un revolcón de Mendy, para sacarle un gran remate que pudo terminar en gol.
Ya en el alargue, exhausto, el técnico alemán Jürguen Klopp decidió darle descanso, entrando en su lugar el belga Origi. El abrazo del ‘jefe de los reds’, tras salir del campo, es la muestra del gran partido realizado por la perla guajira, que sigue enamorando a los hinchas rojos.
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EL PARTIDO.
Tras cuatro goles anulados, uno de los mejores 0-0 de los últimos años, una prórroga y una tanda de penaltis con 22 lanzamientos, el Liverpool fue el último gladiador en pie en Wembley y levantó su novena Copa de la Liga, tras fallar Kepa el último penalti de la tanda (0-0).
Fue un partido eléctrico, con muchas alternativas y, sobre todo, con demasiadas ocasiones falladas. Para los dos equipos, que veían atónitos cómo, pese a los innumerables intentos, eran incapaces de desnivelar el marcador.
Con Salah muy desaparecido, la amenaza 'Red' fue Luis Díaz, que hico un enorme partido en Wembley y pudo coronarlo con un gol que le sacó Mendy. El arquero senegalés le aguantó un mano a mano y despejó el intento de caño del colombiano. Díaz era un catalizador de los impulsos del Liverpool, que llegó mucho mejor a la recta final de partido y obligó a Mendy a realizar un milagro tras otro. La mano que sacó a un cabezazo de Van Dijk en el descuento fue de otra galaxia.
La locura era tal que casi se llevó la final el Chelsea con un remate de Romelu Lukaku en el minuto 95.
Al belga le anularon un gol en la prórroga y a Havertz, otro, para confirmar que este encuentro estaba predestinado a ir a los penaltis. Tuchel, en el último minuto de la prórroga confió en Kepa, expertos en tandas, y quitó a Mendy.
Kepa, que esta temporada le había dado la victoria al Chelsea en tres tandas de penaltis, una en la Supercopa de Europa y dos en esta competición, fue el villano. Su penalti, el número 22, se marchó por encima del larguero y ahí acabó todo. Gran final.






















