Nicolasa Hernández Smith tenía razón en su pálpito. Su hijo, Miguel Ángel terminó estampando su firma en la red chilena, tal como lo había pronosticado ella en diálogo con EL HERALDO antes del juego.
Con el gramado del estadio Metropolitano como lienzo, este artista del gol aportó un par de pinceladas para que Colombia le pintara la cara el combinado austral, este jueves en el partido de Eliminatoria al Mundial Catar-2022.
'Yo digo que va a hacer un gol', dijo doña Nicolasa con tierna espontaneidad y humildad cuando EL HERALDO le pidió un pronóstico del partido.
Borja no hizo quedar mal a su progenitora, que vino con otras nueve personas desde Tierralta, Córdoba, y festejó dos tantos en 88 segundos, el doblete más rápido en la historia de la Eliminatoria Sudamericana, según datos del prestigioso y popular estadígrafo Míster Chip. Convirtió una diana de penal, al minuto 18, y otra a través de una certera definición, a los 19.
Estaba en su casa. Miguel Ángel Borja Hernández sabe perfectamente lo que es festejar un gol en el estadio Roberto Meléndez. Anotó 35 en 59 partidos con Junior, el equipo de sus amores. Difícilmente se iba a arrugar con las tribunas del coloso de la Ciudadela inundadas con una marea amarilla.
Nada de eso. El futbolista con el nombre del célebre arquitecto, escultor y pintor italiano, contribuyó a ponerle color al fútbol de la Selección y al partido en general.
Miguel Ángel pintó de felicidad las graderías con esos ansiados goles. Agarró con valentía el balón para patear el penalti frente a Claudio Bravo y resolvió con frialdad el segundo mano a mano con el reconocido arquero chileno. Dos opciones, dos goles del ahora delantero del Gremio de Brasil.
Cualquier otro atacante hubiera tratado de marcar el tercero en la clara opción que se le presentó tras un pase de Juan Fernando Quintero, pero Borja sacó a flote su generosidad y cedió la pelota a Rafael Santos Borré, que estrelló el balón contra el palo de forma increíble. Lástima que no se le dio al atacante barranquillero, que hizo un buen partido.
En el segundo período, Borja sintió el desgaste de la humedad, después de tirar tantas diagonales, y las molestias musculares que ha sufrido en los últimos días. Por eso fue sustituido en medio de una sonora y merecida ovación.
'¡Oléee, olé olé olé… Borjaa, Borjaaa!', corearon al unísono en el ‘Metro’. Justo y necesario. Miguel Ángel fue muy importante para ganar tres puntos vitales y pintarle la cara a Chile.

























