La presencia del piloto español Fernando Alonso es el gran atractivo mediático del Rally Dakar de 2020, que comienza mañana y que será el primero en Arabia Saudita, después de que la mítica prueba decidiera abandonar Sudamérica, su casa entre 2009 y 2019.
Alonso, campeón de Fórmula 1 con Renault en 2005 y 2006, pilotará uno de los 351 vehículos inscritos en las distintas categorías para un recorrido de más de 7.500 kilómetros con salida en Yedá y meta final el viernes 17 en Al Qiddiya, cerca de la capital Riad.
Entre todos los participantes en las categorías de autos, motos, camiones o quads, la presencia de Alonso a los mandos de un Toyota ha generado una enorme expectación y el asturiano contará con un copiloto de lujo, su compatriota Marc Coma, cinco veces campeón del Dakar en motos.
El reto para Alonso es dar un paso más en su sueño de hacer historia en las pruebas más legendarias del automovilismo.
A sus dos títulos mundiales de Fórmula 1 suma también sus dos victorias (2018, 2019) en las 24 Horas de Le Mans.
Las 500 Millas de Indianápolis están fijadas además como 'la prioridad' para 2020.
Pese a que su nombre acapara titulares antes del inicio del Dakar-2020, él intenta rebajar la presión e insiste en que no piensa en la victoria.
'Si pienso en términos de victoria, no estoy preparado. Soy perfectamente consciente de mi falta de experiencia', admitió a principios de diciembre en la noche de entrega de premios de la Federación Internacional del Automóvil (FIA) en París.
Alonso no será el primer piloto célebre por la Fórmula 1 que luego participa en el Dakar.
El belga Jacky Ickx, ganador de ocho Grandes Premios de F1 y seis veces triunfador en Le Mans, ganó el Dakar en 1983 y fue segundo en dos ocasiones (1986 y 1989). El francés Patrick Tambay, que disputó 114 Grandes Premios de F1 y ganó dos de ellos, finalizó en tercer puesto del Dakar en 1988 y 1989.
Las largas etapas sobre arena y dunas dificultan la labor a Alonso, poco acostumbrado a ese terreno.
'Incluso Sebastien Loeb, el mejor piloto de rallies de la historia, no ha conseguido ganarlo. Imagínate yo, que vengo del asfalto', dijo Alonso recientemente a la televisión pública española (TVE).
El francés Loeb, nueve veces campeón del Mundial de Rallies, fue segundo del Dakar en 2017 y tercero en 2019, pero sin llegar a cumplir su sueño de proclamarse campeón de esta mítica competición.
El piloto catarí Nasser Al Attiyah, a los mandos de un Toyota, se presenta como el rival a batir en la categoría de autos. Ha ganado tres veces el Dakar, incluyendo la anterior edición, la de 2019.
'Dadme algo de arena y ya soy feliz', declaró Al Attiyah a la web oficial del rally Dakar.
Otros coches a tener en cuenta serán los Minis de dos veteranos, el español Carlos Sainz y el francés Stephane Peterhansel ('Monsieur Dakar'). Ese último, vencedor en 13 ocasiones del Dakar, entre las categorías de motos y de autos.
'Estamos obviamente muy motivados con el Dakar en Arabia Saudita. Será un nuevo reto para todos', declaró Peterhansel, que tendrá como copiloto a Paulo Fiuza, después de que su esposa Andrea fuera baja para esta edición por motivos de salud.
'Desafortunadamente, no es posible competir en este rally con Andrea, como estaba planeado. Conozco a Paulo Fiuza desde hace mucho tiempo. Según los organizadores, la navegación será muy complicada y tendrá un papel primordial en esta edición', estimó Peterhansel.
Más allá de las cuestiones deportivas, la llegada del rally Dakar a Arabia Saudita ha suscitado controversia desde que se anunció el traslado de sede.
Distintas organizaciones han promovido campañas aprovechando el evento. Varias ONG, incluida Human Rights Watch (HRW) consideran que el Dakar servirá 'de operación de comunicación y de distracción para hacer olvidar los crímenes del régimen'.
Desde los organizadores prefieren centrarse en la 'voluntad de apertura' que supone un evento así tras las reformas emprendidas por el país recientemente.
Solicitudes
La Federación Internacional de las Ligas de Derechos Humanos (FIDH) interpeló a ASO, la sociedad organizadora del Dakar, y a France Télévisions, a dos días del inicio de rally en Arabia Saudí.
'Hacemos un llamado a los valores de compromiso y responsabilidad de la empresa ASO para asegurar que los derechos humanos sean tenidos en cuenta y que la situación desastrosa en el país no sea una anécdota al margen del Rally', señala la FIDH, en una carta dirigida a los dirigentes de empresa.
Arabia Saudí es fuertemente criticada por los defensores de los derechos humanos, que destacan entre otras cosas su intervención militar controvertida en Yemen, la condición de las mujeres en el país y su política con los opositores, en particular desde el asesinato del periodista crítico Jamal Khashoggi.
La FIDH envió un correo similar a la dirección de France Télévisions, difusor de la competición que se disputará del 5 al 17 de enero, por primera vez en el reino ultraconservador, que busca, con el deporte y el turismo, diversificar su economía en la actualidad casi dependiente exclusivamente del petróleo.
La FIDH y sus organizaciones miembros lanzan un 'llamado urgente' a los organizadores, participantes y aficionados del Dakar para 'exhortar a las autoridades saudíes a abandonar todos los cargos contra los defensores de los derechos humanos saudíes y a liberar inmediatamente a las personas detenidas'.
Para ello, piden a los pilotos del Dakar 'dar voz' y 'contribuir a la sensibilización y a la solidaridad' llevando un brazalete rosa con el lema #FreeSaudiHeroes durante la competición.





















