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Anthony Zambrano no titubea al decir que su nombre representa historia en el atletismo del Atlántico. 'No ha habido un corredor como yo. Tengo el récord de menores que logré en Cali (Mundial en 2015) y que fue de 46,27 en los 400 metros planos. Van a pasar cuatro años y gracias a Dios nadie me lo ha bajado. Ningún sub-18 había ido a unos Olímpicos y pude ir a Brasil. Me encantaría ser como el futbolista porque hace dos goles y le dan casa, carro, plata, todo, pero aquí en el atletismo hay que sudarla. Si la embarras, vas para afuera', expresa el velocista quien considera que el apoyo local, como el de Indeportes para suplir necesidades básicas, es intermitente.

Zambrano, que fue excluido del programa Team Barranquilla, parte mañana, a las 8 a.m., con rumbo a Ecuador como preparación para el Campeonato Mundial de Carreras de Relevos en Yokohama (11 y 12 de mayo), Japón y los Juegos Panamericanos, de Lima. A Cuenca llegará gracias a los tiquetes que le entregó la Federación Colombiana de Atletismo.

En 2017 y parte de 2018, Anthony vivió dos difíciles años producto de las lesiones, pero fue a finales de septiembre del año pasado, y precisamente en Ecuador, donde demostró que sigue vigente al ganar dos oros, uno en los 400 metros planos y otro en el relevo 4x400 con la Selección Colombia, en el Suramericano sub-23.

'En Ecuador hay un entrenador llamado Nelson Gutiérrez y él, antes de ir a las olimpiadas a principios de febrero, me cogió con bajos recursos y me ayudó. Me llevó a España, comenzamos desde cero. Es decir, me bajó el motor, me puso uno nuevo y cuando salí fui dando de qué hablar y pude llegar a Río. Le doy gracias a él. Ahora otra vez me brinda la mano y siempre me motiva. Me dice que yo soy un campeón', agrega el espigado velocista que el pasado 17 de enero llegó a los 21 años de edad.

Son muchos los retos a los que Anthony le ha puesto su mirada: el Mundial en Japón, los Juegos Panamericanos y el Mundial de Catar, son los tres principales, pero hay uno que también lo tiene entre ceja y ceja y es el del récord nacional de su especialidad, los 400 metros planos, que está en poder de Alejandro Perlaza (44,86).

'Batir el récord de Alejandro Perlaza y mejorar la marca es otro de los deseos de este año. Confío en mí. Este es el año mío. Duré dos años parado y cuando yo me caigo y me levanto es con toda. Uno para tener de todo tiene que comenzar de cero, entrenar fuerte a doble jornada', concluye Anthony, tomando sus auriculares y sintonizando la voz de Anuel y Bad Bunny. Aunque según él, 'también escucha salsa'.

Confianza plena

Carlos Cantillo trabajaba tras bambalinas. El entrenador de atletismo es el guía de Anthony. Es consciente que tiene en su pupilo un gran corredor y espera de él lo máximo. 'Este año lo que tenemos planificado es llegar a los 44.5 en su especialidad. Pensar en campeonatos nacionales, los Juegos Nacionales, ser finalistas en el Campeonato Mundial de Relevos, todo esto proyectado para el Mundial en el 2020 y los Juegos Olímpicos de Tokio.

No solo estar en la final sino que queremos ir por unas medallas', expresó Cantillo.

Aplomado es la palabra que utiliza Cantillo para referirse a Anthony cuando se le pregunta por el actuar del deportista. 'Ha cambiado mucho. Todos los tropiezos que tuvo en el pasado lo hicieron recapacitar. Encontró un grupo que lo cogió y lo hizo más persona y él se siente bien'.

Ecuador, una gira por los Estados Unidos y una por Europa, son los destinos donde Anthony Zambrano ensayará sus piernas. Tokio 2020 puede ser el lugar y el año que lo convierta en el más laureado en la historia del atletismo atlanticense cuando sus zancadas lleguen el podio.