Un regalo de cumpleaños anticipado. Ana Iris Segura apagará 27 velitas el próximo jueves y se propuso celebrarlos con todas las de la ley en los Juegos Centroamericanos y del Caribe. Ana, que llegó al mundo de la halterofilia siguiendo los pasos de su hermana y huyendo de los regaños de su madre Carmen, se quedó ayer en el coliseo de la Universidad del Atlántico con las dos medallas de oro (arranque y envión) que repartió los 48 kilogramos.
'Me siento muy orgullosa de representar a mi país y darme mi regalo de cumpleaños. Me venía preparando para esto. Después de ser tercera en el Mundial seguía trabajando muy fuerte porque sabía que las mexicanas y las dominicanas venían detrás de mí. Gracias a la seguridad de mi trabajo todo se dio', destacó la nacida en Tuluá, Valle del Cauca.
Precisamente en su municipio Ana se enamoró de la halterofilia. A los 11 años ingresó y le tomó amor a esta disciplina donde las lágrimas, el sudor y la gloria se fusionan.
'Me daba adrenalina ver a mi hermana (Kelly) que fue pesista. Yo la acompañaba. Yo le decía a mi mamá que quería levantar pesas y ella me decía que no porque yo era muy flaquita. Una vez me le escapé y me fui a entrenar. Mi mamá me pegó porque llegué tarde, ya que me había regresado a pie. Luego me tocaba salir a escondidas', confiesa con una sonrisa la madre de Kevin Andrés, un pequeño de 9 años.
Ana tuvo como primer entrenador a Aymer Orozco. Para ella el principal gestor de su salto al maderamen. 'Él sabía, pese a mi peso, que era buena para el deporte', agrega Ana quien fue en sus inicios campeona departamental, nacional y su mayor logro llegó el año pasado en California, Estados Unidos, cuando se plantó en el tercer lugar en el Campeonato Mundial de Pesas.
Ayer, en sus primeros Juegos Centroamericanos y del Caribe, su sonrisa brilló para las cámaras. En el arranque venció a todas sus rivales con un movimiento de 81 kilogramos y estableció récord en estos Juegos. En el envión también gozó y celebró en lo más alto del podio gracias a los 97 kilogramos. Se quedó a uno de romper el récord que está en poder de la puertorriqueña Lely Burgos. En el total, Ana Iris, quien a veces es confundida con la atleta Caterine Ibargüen por los 'rasgos de su rostro', impuso un nuevo récord de 178 kilogramos en las justas.






















