El presidente de la División Mayor del Fútbol Colombiano, Dimayor, Jorge Perdomo, sigue generando inconformismos y molestias entre los dirigentes de los 36 clubes del balompié nacional (20 de la Liga y 16 del torneo de la B), y podría perder su trono en la rama profesional.
Entre los dirigentes de los equipos, en la Federación Colombiana de Fútbol (FCF) y en la Difútbol (encargada de regir el balompié aficionado) no ven con buenos ojos que Perdomo se tome atribuciones que no le corresponden, que se salen completamente de sus límites como presidente de la Dimayor. Por ejemplo, las supuestas gestiones que adelantaba para introducir el VAR en Colombia cuando es un tema que debe manejar las federaciones y las comisiones arbitrales. Así mismo, la firma de un contrato para organizar el Pony Fútbol en todo el país, a pesar de que la rama aficionada e infantil le toca a la Difútbol.
Algunas versiones periodísticas aseguraron en su momento que Perdomo trató de torpedear la reelección de Jesurún y que quiso aspirar a la presidencia de la FCF.
El presidente de la Dimayor estuvo a punto de perder su cargo previo a la elección del Comité Ejecutivo de la FCF. Los mandatarios de los clubes habían resuelto su salida, pero a última hora hubo una conciliación y se acordó su continuidad.
Sin embargo, en las últimas semanas las relaciones se agrietaron más. EL HERALDO conoció que Álvaro González Alzate, presidente de la Difútbol, y Ramón Jesurun, presidente de la FCF, intentaron solucionar las cosas hace un mes, pero no fue posible.
Los dos están distanciados de Perdomo, que ahora vuelve a estar en la cuerda floja. Hoy podría ver humo blanco alrededor de esta situación.