Los grandes sucesos son relativamente escasos si se comparan con la enorme cantidad de pequeños detalles, y es por eso que siempre le he dado una enorme importancia a estos últimos, porque a la larga, nuestra existencia es la suma de miles y miles de detalles, y así son también las ciudades. Regularmente nuestros gobernantes se enfrascan en una o varias obras de elevadísimo costo que pueden estar rodeadas de áreas descuidadas o nada atractivas, situación opuesta a la que uno aprecia en ciudades verdaderamente bellas en las que no se tiene que ir a ver una obra específica para medir su desarrollo porque por donde se transite se encuentra uno con infinidad de muy agradables detalles que además de embellecerla, le hacen grata la vida a sus habitantes.

Por años he insistido que a nuestra ciudad le están haciendo falta cientos de detalles y en esto podrían contribuir asociaciones cívicas, gremios, empresarios, profesionales, universidades, artistas, etc., obviamente, de la mano y con el apoyo del Distrito. Hoy los parques, los hermosos jardines y la nueva arborización que ha diseñado y financiado la alcaldía, contribuyen a que Barranquilla se vea más bella. Hace años Olímpica donó la María Mulata del maestro Grau, y Tecnoglass ha aportado dos impresionantes esculturas que pueden considerarse como hitos urbanos, aunque con seguridad, son decenas las empresas locales con capacidad para aportar modernas esculturas que podrían ser de menor tamaño y costo, aunque sí de gran valor artístico, con las que podríamos embellecer muchos espacios puntuales, apoyando a escultores locales e imprimiéndole un aspecto más culto a nuestra ciudad.

Hace unos años diseñé un proyecto para lograr la iluminación de decenas de casas y edificaciones de gran valor arquitectónico y patrimonial en Bellavista, Prado y Alto Prado en las que hoy funcionan empresas o entidades educativas, contando con el apoyo de la Asociación Cívica “Por Amor a Barranquilla”, y Christian Daes a través de Alutrafic, del Grupo Tecnoglass, ofreció el diseño y asesoría gratuitos de la iluminación de cada casa, financiando cada empresa la iluminación de su fachada. Logré en principio, por parte de sus representantes, la aprobación para iluminar 18 fachadas e inventarié 56 más, que merecían una bella iluminación, pero el Covid interrumpió esa gestión. Bellas Artes, hoy en restauración, debería ser la primera edificación bellamente iluminada en el Prado, iluminación que espero que esté incluida en su diseño. La suma de detalles embellece una ciudad, y Alex como próximo alcalde, con la Secretaría de Cultura, Patrimonio y Turismo, podría liderar esa gestión ante la empresa privada, así, sin inversión del Distrito, se lograría un positivo cambio de nuestra imagen citadina.