Cuando termine el periodo de este gobierno el balance que tendrá el país puede ser francamente aterrador. Porque cada día más como si fuese un destino críticamente escrito para nuestra desilusión y sufrimiento, las realidades administrativas, políticas, judiciales, económicas, son más deplorables. Si vuelve a ganar la hoy ridículamente llamada izquierda que se prepare porque no podrá enderezar el rumbo y si gana la derecha con ese también ridículo nombre como si viviéramos en el siglo veinte, o se transforman en magos para rehabilitar al país no sabemos cómo o terminamos de hundirnos juntos hacia el infierno de la destrucción, el caos, la barbarie.
No son inventos, no estamos creando o intentando meter miedo. No; basta hacer un elemental juicio de circunstancias para comprobar los vaticinios que se exploran al momento. Como decía Winston Churchill, “para ver el desastre no se necesitan anteojos, para sentir las virtudes se perciben en el viento”. Si es por el lado de la inseguridad hoy Colombia sucumbe ante la violencia, la extorsión, el crimen, el paramilitarismo, con el fruto recogido de lo que sembró el gobierno con el desastre de la paz total.
En materia económica sencillamente el país está quebrado. No hay fondos para nada y la situación fiscal es catastrófica con reservas y mucho temor de las entidades internacionales que prestan el dinero. Si es el servicio de salud, ¿cuál servicio? Lo que puede llamarse servicio ¿qué? la salud? Si es el agro donde están las promesas hoy incumplidas de apoyo y asistencia?. Las relaciones internacionales: ¿Cuáles? ¿Con Corea del norte? ¿Con aquellos donde el Presidente va a charlar haciendo el ridículo creyéndose el cuento de que es un nuevo Simón Bolívar? ¿No se da cuenta de que se burlan de él?
Si nos detenemos en las Fuerzas Armadas porque creemos que con los nuevos aviones que se comprarán en Suecia y pagaremos en diez años, ¿con ellos nos vamos a volver ultramodernos? Si ni siquiera hemos tenido éxito en la batalla con el narcotráfico nuestros comandantes a buscar o sostener otra acciones de enseñanza? En cuanto a las explotaciones mineras, vamos ya a acabar con Ecopetrol que nos mantiene con algunos fondos de la alacena? En materia de estímulo a la vivienda popular, a luchar contra el desempleo, la informalidad laboral, la miseria humana y el hambre en el 22% de la población, ¿nos estamos tragando la película misteriosa y embustera de la rehabilitación social? ¿mostrar a delincuentes sacados de la cárcel para acompañar al Presidente en sus discursos es una proeza? Colombianos, preparemonos para lo que viene!


