¿Recuerdas la última vez que olvidaste atender un asunto importante por andar peleando? ¿Se te pasó el tiempo discutiendo sin resolver el problema? Estamos en la era de la distracción. Pasamos horas buscando entretenimiento y comentando los espectáculos de los famosos sin considerar que, al sumar las horas que dormimos, trabajamos poco y queremos mucho. ¿Sí o no? ¿Qué crees?

Otros viven sin apreciar que cada día los segundos pasan más rápido y no es un asunto de ficción, percepción o sensación. Es la realidad aumentada, alterando lo cotidiano bajo el gran avance de la inteligencia artificial, el metaverso y la robótica: Distraer y posponer es la cuestión.

Mucha gente lo sabe y lo aprovecha. Especialmente cuando aparece una denuncia, protagonizan el escándalo favorito o no son capaces de cumplir sus obligaciones, acuerdos o compromisos. Allí, envolver, tapar, amarrar y manipular se vuelven sinónimos idóneos para empobrecer el significado de los verbos. ¿Se puede entretener generando vergüenza, lástima o felicidad superficial?

Conducir la opinión pública para que oriente su contenido hacia los temas que interesan a diferentes sectores es una forma muy eficaz de demostrar el poder de la comunicación. El argumento esencial del distractor implica alterar el rol en la narrativa, transformándose de victimario en víctima. Es convertir el ataque en una defensa eficaz que aparente ser la respuesta proporcionada y justa ante la agresión.

Fijar la agenda, trazar las quejas, inquietudes, reclamos, demandas y la acción colectiva, a través de protestas, movilizaciones, huelgas o acciones violentas, conflictos, guerras y todo tipo de enfrentamientos, pretendiendo desviar la atención sobre lo urgente, prioritario, importante o definitivo, tiene grandes ejemplos en la historia universal.

La ‘Polarismodelación’ es la especulación del liderazgo presumiendo habilidades excepcionales con el propósito de ganar tiempo, retardar, dilatar, suspender, separar, dividir o paralizar la voluntad y la aspiración social decidida a lograr transformaciones o continuidades y conservaciones del statu quo. Es la fórmula de escape preferida por la superficialidad para evadir la profundidad: La meta de la falsedad.

Es el arte de los que no saben y presumen gran maestría. La ciencia de quien no estudió, pero actúa como graduado con las mejores calificaciones, dando consejos, recetas y ofreciendo planes, estrategias y soluciones fantasiosas. El discurso del sobrio, inspirado por sustancias que quiere legalizar.

No nos dejemos manipular más por la ‘Polarismodelación’.

@JulioCesarHT