Mientras Colombia se enorgullece de su potencial económico, seguimos ignorando una condición indispensable para hacerlo realidad, la integración de nuestros mercados de capitales. Sin libertad de tenencia para hacer operación en monedas extranjeras, particularmente el dólar, Colombia no podrá integrar sus mercados financieros con los de Perú y Chile. Estos países ya operan exitosamente con mayor flexibilidad monetaria, avanzando con paso firme en la consolidación del bloque financiero. Nosotros incumpliremos la promesa. El Banco de la República debe reflexionar si va a dejar morir el mercado bursátil nacional por defender una idea nacionalista.
La integración de los mercados de capitales de estos tres países gira en torno al proyecto MILA (Mercado Integrado Latinoamericano), creado en 2011. En teoría, este permitiría a inversionistas negociar acciones y valores en las tres jurisdicciones. Pero en la práctica, Colombia parte con una desventaja estructural: Mantiene restricciones cambiarias que impiden una libre tenencia de divisas y obliga a repatriar capitales mas utilidades en condiciones que desincentivan la inversión.
Mientras tanto, en Perú y Chile, el uso y manejo de divisas extranjeras —en especial dólares— es legal, común y eficiente. En Chile, el 48% de la deuda corporativa está denominada en moneda extranjera, según datos del Banco Central chileno. En Perú, casi el 39% de los depósitos del sistema financiero están en dólares. En Colombia, esa cifra es inferior al 2%. Esto limita no solo el acceso a capital internacional, sino también la competitividad en términos de financiamiento.
Las AFP chilenas y peruanas, tienen portafolios con gran exposición internacional, las chilenas con más del 60% en el extranjero, buena parte denominados en dólares. Pero si una AFP extranjera quiere invertir en Colombia, se enfrenta a un régimen de control cambiario restrictivo, una doble tributación implícita, y problemas de liquidez derivados de la obligación de liquidar en pesos colombianos. Así no estamos haciendo nada.
La imposibilidad de tener cuentas en dólares dentro del país —salvo contadas excepciones— limita a emisores e inversionistas. Sin mecanismos eficientes de cobertura cambiaria, sin acceso a productos en moneda extranjera, y con una moneda local estructuralmente volátil, el mercado colombiano resulta poco atractivo. Y lo que es más grave: impide que los colombianos diversifiquen adecuadamente su patrimonio.
En 2023, Colombia tuvo salidas netas de capitales de portafolio por más de USD 2.500 millones. La mayoría de estas operaciones fueron canalizadas a través de cuentas en el exterior, lo que demuestra que el mercado local no ofrece instrumentos adecuados ni confianza suficiente para competir regionalmente.
Si Colombia quiere avanzar en la integración financiera con Perú y Chile, necesita habilitar plenamente la tenencia de monedas extranjeras, crear marcos regulatorios modernos multimoneda, y flexibilizar las reglas de inversión extranjera. De lo contrario, seguiremos siendo un actor periférico en un proceso que requiere visión regional, confianza jurídica y sofisticación financiera. Las inversiones huyen del control como los peces del anzuelo. Sin libertad monetaria, no hay integración financiera ni crecimiento posible, no tener mercado bursátil eficiente hace mucho daño.
@SimonGaviria