Estos son los crímenes por los que el ‘Ajedrecista’ se encontraba extraditado
El narcotraficante enfrentó cargos ante la Corte del Distrito Sur de Florida, pero también ante el Tribunal del Distrito Sur de Nueva York.
Este miércoles se conoció el fallecimiento del excapo del Cartel de Cali, Gilberto Rodríguez Orejuela, quien tras ser extraditado en 2004, se encontraba preso en la cárcel federal de Butner, en Carolina del Norte en Estados Unidos.
Este tolimense, apodado ‘el ajedrecista’ por su habilidad para maniobrar y dirigir los hilos de negocios ilícitos, fue extraditado cuando tenía 63 años.
En esa época, Rodríguez Orejuela junto a su hermano Miguel, eran considerados ‘peces gordos’ del narcotráfico en el mundo, al lado de otros criminales como Pablo Escobar, líder del cartel de Medellín.
Gilberto, a diferencia de la notoria violencia e intimidación de Escobar, amasó su imperio de forma discreta y con alianzas estratégicas.
El 3 de diciembre de 2004 llegó a la prisión federal de Miami “fuertemente escoltado, esposado y con un chaleco antibalas”, según recuerdan medios nacionales que cubrieron el hecho.
A su llegada a Florida, le imputaron inicialmente los cargos de contrabando de cocaína y lavado de dinero ante la Corte del Distrito Sur de Florida, pero también debía afrontar cargos ante el Tribunal del Distrito Sur de Nueva York.
En Miami, Gilberto debía responder por la importación de cocaína a los Estanos Unidos desde 1990 hasta julio del 2002.
Fue acusado de hacerlo junto a su hermano y otros integrantes del Cartel.
El segundo cargo tiene el mismo encabezamiento que el anterior pero precisa el delito de poseer con intención de distribuir esa sustancia.
En el tercero se le acusó de haber realizado transacciones financieras con ganancias producto de actividades ilegales como comprar, vender, importar y negociar con droga.
Además, de lavado de dinero desde Miami por 2 billones de dólares.
El cuarto cargo, establecía que a principios o alrededor de 1990, Rodríguez junto con otras personas se confabularon para influenciar, obstruir e impedir la debida administración de justicia por medio de la corrupción, amenazas y violencia. Además, se hablaba de asesinatos a testigos.
Ante el Tribunal de Nueva York, Gilberto Rodríguez fue acusado por dos cargos.
Ambos en relación con transacciones bancarias de cientos de miles de dólares, fruto de actividades ilícitas.
Según las declaraciones de Daniel Dyer y Edward Kacerasky, agentes de la DEA, los Rodríguez siguieron dirigiendo el negocio de las drogas incluso después de ser encarcelados en 1995, en Colombia.
Estos dos agentes aseguraron que los Rodríguez y las otras personas comprometidas entre 1982 y 1995 transportaron y vendieron aproximadamente 30 toneladas de cocaína amasando una fortuna de 1.000 millones de dólares.