La situación judicial de Ricardo González, uno de los señalados en la muerte del estudiante Jaime Esteban Moreno, continúa tomando forma tras la medida de aseguramiento que lo mantiene en prisión.
En las últimas horas, la Fiscalía reveló nuevos testimonios que narran cómo reaccionó el procesado cuando se enteró del fallecimiento del joven.
Según los relatos presentados en la audiencia, González habría mostrado un comportamiento inusual el pasado 1 de noviembre, horas después de la muerte del estudiante. Ese día llegó a su puesto de trabajo en el centro de Bogotá, donde se dedicaba a preparar comidas rápidas. Su jefe notó que estaba intranquilo, reservado y, minutos más tarde, lo encontró llorando sin querer explicar qué le ocurría.
“Qué hizo cuando se enteró en medio de las capturas y el fallecimiento de este hombre? Lloró, señora juez. Por lo que había sucedido, el miedo, angustía y qué hace un joven, un niño? Va a su entorno familiar, al domicilio, a su casa. Y eso fue exactamente lo que hizo”, contó Marcela López, abogada de González.

Tras retirarse del lugar, González desapareció por varias horas. Incluso su padre llamó al negocio para saber si sabían dónde estaba. De acuerdo con la defensa, el procesado viajó a Cartagena para reunirse con su familia y, luego de contarles lo ocurrido, tomó la decisión de entregarse.
Su jefe también aportó una declaración clave. Aseguró que ese día González tenía retrasos en el trabajo y que, tras llamarle la atención, continuó su labor con normalidad. Sin embargo, después de las tres de la tarde lo llamó alterado.
“Tenía el trabajo atrasado, yo le llamé la atención y lo dejé trabajando animado, pero después de las tres de la tarde me llamó y me dijo que me necesitaba. Me muestra una foto con tres personas que había capturado por el caso del homicidio del estudiante de Los Andes. Cuando me muestra la imágen le pregunto si él estaba con ellos y me dice que sí“, expresó su jefe a la Fiscalía.
El pasado viernes 14 de noviembre, un juez ordenó medida de aseguramiento en centro carcelario, al considerar la gravedad de la agresión sufrida por la víctima, quien fue golpeada repetidamente hasta quedar completamente indefensa.

Durante la audiencia, la Fiscalía también cuestionó la conducta previa de González y su presencia en la fiesta universitaria donde ocurrieron los hechos, señalando que no era estudiante y que su ingreso habría sido pagado por Juan Carlos Suárez, otro de los involucrados. Además, mencionó que el procesado había tenido inconvenientes laborales relacionados con el consumo de alcohol.
La investigación sigue en curso mientras las autoridades buscan esclarecer completamente lo ocurrido la noche en que murió el estudiante de Los Andes.





















