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Por medio de un comunicado, la Oficina en Colombia del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos condenó las acciones violentas, las amenazas, las agresiones y los ataques de los grupos armados no estatales en contra de la población civil que vive en zonas rurales de Huila y Caquetá, advirtiendo la poca presencia del Estado en la región.

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“La semana pasada vi el miedo en sus ojos. Los liderazgos sociales están acorralados; son privados de sus libertades a opinar o a moverse en el territorio; hay amenazas, homicidios y desconfianza para denunciar ante las autoridades; hay extorsiones; los niños, las niñas y los adolescentes están siendo reclutados; no tienen paz”, dijo Scott Campbell, representante en Colombia del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos.

Agregó: “Estuve cuatro días en Huila y Caquetá, con nuestra Oficina de Neiva —añadió— y pude constatar el sufrimiento y las violaciones que provocan los grupos armados no estatales”.

Advierte la oficina de la ONU en Colombia que en estos departamentos varios liderazgos sociales aseguraron que han sido declarados como “objetivo militar” por los grupos armados no estatales que los intimidan, hostigan, amenazan y presionan, y expresaron que “hay un conflicto armado real que se incrementa”.

“Los grupos armados no estatales nos dicen a los liderazgos, ustedes organizan las cosas como queremos o las organizamos nosotros. En las zonas rurales da miedo ir a la huerta, da miedo ir a la escuela, da miedo hablar, da miedo caminar”, declararon varios líderes sociales en la zona.

También añadieron que “los grupos armados saben por dónde nos movemos, qué hacemos y con quién hablamos. Los grupos tienen los nombres y teléfonos de todos nosotros. Necesitamos una ruta de paz, en la que los actores armados no puedan entrar al territorio, y en la que el Estado nos garantice nuestros derechos”.

“A una niña se la llevaron y los grupos insisten que a partir de los 15 años los niños y las niñas son de ellos. Estos grupos van hasta las escuelas y los colegios, y les echan el ojo a las niñas y niños. Por WhatsApp averiguan cómo es la situación familiar, si tienen papá o mamá, y se llevan primero a los más vulnerables. También hay niñas que desaparecen por temporadas y vuelven a aparecer, se las llevan los grupos; esto nos explicaron diferentes personas tanto en Huila como Caquetá”, dijo el representante del Alto Comisionado de ONU Derechos Humanos.

En diferentes reuniones, parte de la comunidad le planteó al representante la necesidad de la presencia integral del Estado de forma sostenida para garantizar derechos económicos, sociales y culturales a niñas, niños y adolescentes, a los Pueblos Indígenas y a las comunidades campesinas. “Nosotros necesitamos lugares para hacer deporte, centros de cultura, agua potable, baños, educación y trabajo”, señalaron.

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La oficina de la ONU recordó que el pasado 18 de septiembre, el representante Campbell fue informado sobre las amenazas que estaba recibiendo la población civil en Belén, en La Plata, Huila, por parte del grupo armado no estatal que está en la zona.

En los días siguientes, aproximadamente mil personas se reunieron en el centro del pueblo pidiendo la retirada del Ejército del lugar, obligadas y bajo amenaza por el actor armado.

“Instamos a las autoridades a proteger y a no estigmatizar a la población civil que se encuentra “atrapada” y bajo amenaza de muerte por estos grupos. Urgimos a los grupos armados no estatales a liberar a todos los niños, niños y adolescentes menores de 18 años en su poder, y a respetar a la población civil”, puntualizó Scott Campbell.

ONU Derechos Humanos en lo que va de 2025 ha verificado el homicidio de tres personas defensoras de derechos humanos en Huila y de dos personas defensoras de derechos humanos en Caquetá.