La Fuerza Aeroespacial del país dará un paso hacia la modernización en septiembre próximo, cuando se concrete la firma del contrato para la adquisición de los aviones de combate Gripen. Así lo aseguró el ministro de Defensa, Pedro Sánchez, quien destacó que el proceso contractual ha superado las etapas técnicas presupuestales más complejas.
La operación busca sustituir la actual flota de cazas Kfir, introduciendo tecnología sueca de última generación que se proyecta utilizar durante las próximas cinco décadas. Según explicó el ministro, los avances en transparencia y aspectos técnicos han permitido que el proyecto mantenga su cronograma establecido.
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Este acuerdo incluye beneficios adicionales en sectores no militares. Sánchez aseguró que la inversión generará impactos positivos en áreas como energía solar, agua y salud, aprovechando los componentes tecnológicos asociados al contrato. Además, garantizó que los recursos destinados a esta compra no comprometerán los programas sociales del gobierno.
“En términos contractuales ya se ha conversado entre las dos partes y en temas presupuestales, va todo encaminado en el desarrollo de la cadena presupuestal para garantizar los recursos. Esa inversión no afecta para nada los programas sociales, todo lo contrario, los beneficia porque tiene impacto en energía, con pares solares, en agua y en salud”, explicó.
El proceso de transición comenzará a evidenciarse en la Feria Aeronáutica de julio, cuando lleguen desde Brasil dos aviones demostrativos que permitirán familiarizar a los pilotos colombianos con la nueva tecnología. Una vez formalizado el contrato, los primeros aviones nuevos arribarán al país en un plazo estimado de 16 a 18 meses.
“Se espera que firmemos el contrato alrededor de septiembre y desde esa fecha transcurrirán unos 16 y 18 meses, dependiendo del nivel de producción que logremos concretar, para tener los primeros aviones acá”, reveló el ministro en declaraciones a El Tiempo.
El ministro Sánchez también abordó las dudas sobre la transparencia del proceso, destacando que Saab cumple con altos estándares internacionales. Para garantizar el seguimiento adecuado, se conformó un equipo de vigilancia especial integrado por representantes del Ministerio de Defensa, la Fuerza Aérea Colombiana y la empresa sueca.
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Respecto a versiones sobre posibles restricciones estadounidenses relacionadas con los motores o interferencias externas en el financiamiento, el funcionario descartó estas especulaciones, reiterando que el proyecto avanza sin obstáculos externos.
