La libertad del exjefe paramilitar Salvatore Mancuso Gómez, que será gestor de paz del gobierno de Gustavo Petro, ha generado diversas reacciones entre las víctimas del conflicto armado en la región de los Montes de María, donde se sintió su accionar delictivo.
Voces a favor y en contra se han derivado por este hecho. Una de esas versiones a favor es la de Roumalda Paternina, la presidenta de la Red de Mujeres Tejedoras de la Memoria que son víctimas de desaparición forzada, y quien considera que la libertad otorgada está bien siempre y cuando diga la verdad.
Ella asegura que “por la verdad murió Cristo y cuanto más no lo hace un buen cristiano”, por eso lo conmina a que “diga la verdad. Si en realidad quiere reparar el daño que nos hizo y está arrepentido, entonces que nos diga la verdad”.
Otro que también exige verdad y no hace reparos a la libertad de Mancuso “concedida bajo el amparo de las leyes de Colombia” es Orlando Causado Salcedo, fiscal de la Asociación de Víctimas de Chengue (Asoviche), y quien para la época de la masacre era docente de Ciencias Sociales en esta población del municipio de Ovejas.
“Mirando esta libertad desde el ámbito legal, de la justicia, es un derecho que él tiene. Me parece que se somete y viene con todas las buenas intenciones de poner su granito de arena en el proceso de pacificación que queremos en el país”.
Y en lo particular esta víctima de la masacre de Chengue, que fue declarada de lesa humanidad, le pide a Mancuso que “escudriñe todo, que diga la verdad, que no tape nada. Como cabecilla en aquella época de ese grupo conoce mucho y por eso le pido que diga todo para lograr la paz que queremos en Colombia”.
A su turno Wálter Villalba Tobío, representante de la Fundación Aporte Social para la Paz (Aportapaz) y miembro de la Mesa Sucreña por la Paz, dice que hay dos lecturas a lo ocurrido y una de ellas es que la principal sacrificada de la guerra es la verdad y lo otro es que los enemigos de la verdad no le apuestan a que Mancuso hable, “hay mucha gente que vive de esos dineros captados en aquel momento, yo conozco como 60 de ellos”.
Y agrega que “la verdad hay que rescatarla, sea de donde sea, de derecha, de izquierda o de centro, pero que se sepa”.
¿Pérdida de memoria?
Quien no se muestra de acuerdo con la libertad de Mancuso es el médico y defensor de Derechos Humanos, Juan David Díaz Chamorro, hijo del asesinado alcalde de El Roble, en Sucre.
Indica que es “lamentable ese regalo de libertad”, cuestiona el desespero de la justicia por dejarlo libre y advierte que este exjefe paramilitar, al igual que como ha ocurrido con otros, perderá la memoria y no habrá verdad para las víctimas.
“Es muy lamentable el regalo de la libertad que le han dado a Salvatore Mancuso. No entiendo cuál era el afán de la justicia de este país en liberar a una persona que cometió graves delitos, incluso de lesa humanidad, como masacres, más de 45 mil crímenes, y conocedor de todo lo que pasó con el paramilitarismo en nuestro país y corren a liberarlo. ¿Por qué no se pudo esperar a que este señor nos dijera la verdad?, esa verdad que tanto esperamos y que estábamos dispuestos a cambiar por su libertad, que es lo que las víctimas queremos”.
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Agrega que en Colombia había un afán, un desespero por liberar a Salvatore Mancuso, y anuncia que lo que viene con esto es “que como hacen todos estos jefes paramilitares, va a haber una pérdida de memoria y esa pérdida de memoria llega ahora que Mancuso salga a disfrutar de sus posesiones, del dinero manchado de sangre, de las adulaciones de sus aduladores de turno y a ser tratado como héroes y dioses. Va a pasar como los otros jefes paramilitares que en Justicia y Paz dijeron verdades a medias y cuando salieron perdieron la memoria, yo espero equivocarme, pero la experiencia ha demostrado que a estos señores de la guerra los mueven son los beneficios personales y ahora lo liberan y con ello lo que se logra es silenciar a Mancuso, a él no necesitan asesinarlo para callarlo, solo que lo liberen para ir a perder la memoria. Terminará en sancochos y francachelas con sus socios que han estado en la impunidad y la víctimas seguiremos con nuestro dolor y sin saber las verdades”.
Puntualiza Juan David Díaz que “al parecer la memoria selectiva de Mancuso empezó a funcionar, ya no recuerda ni el nombre del asesino de mi padre Salvador Arana, me imagino que mucho menos de que este era el hombre de confianza de ellos en Sucre, al que le delegaron la función según la honorable corte Suprema de FUNDAR, FINANCIAR Y LIDERAR el bloque Paramilitar que operó en Sucre”.
